La sensibilidad dental es una condición que afecta directamente la experiencia de degustar al máximo los sabores, temperaturas y texturas de los alimentos y bebidas predilectos de los consumidores.
La cocina mexicana se caracteriza por su profundo arraigo cultural y una larga tradición, además incluye una gran variedad de ingredientes ácidos, chile, salsa de tomate, mayonesa, limón, vinagre, además de los procesos de preparación de los alimentos pueden variar de temperaturas muy calientes o muy frías.
En ese sentido, el Chef Benito Molina señaló que no hay un ingrediente que provoque la sensibilidad dental de forma automática al consumirlo, más bien lo que puede provocar sensibilidad dental es la temperatura de los alimentos. Aunque también la acidez tiene mucho que ver, cuando comes algo ácido se siente inmediatamente.
Molina destacó que al hacer una selección de alimentos con ingredientes que pueden ser ácidos, fríos, calientes, picantes, no quiere decir propiamente que se puede experimentar dolor al consumirlos, realmente la idea es que se pueda disfrutar de este tipo de alimentos sin tener dolor, ya que para combatir la sensibilidad dental, en el mercado hay productos aliados para este padecimiento como las pastas dentales.
Si se padece sensibilidad dental es debido a que la dentina ha quedado expuesta al exterior, y al contacto con alimentos muy fríos o muy calientes producen un estímulo sobre las fibras nerviosas causando dolor.
Hay alimentos que benefician la sensibilidad dental como el yogur, el queso, la leche, los huevos, carnes de vaca, pollo y pescado, así como las frutas, verduras y hortalizas favorecen la absorción del calcio necesario para evitar esa hipersensibilidad dental.
Además, la naranja, la mandarina y el pomelo, ricas en vitaminas C y A, flúor y calcio, limpian y fortalecen los dientes y combaten a las bacterias. También fortalecen las encías y ayudan a curar la gingivitis y la periodontitis, aunque deben ser consumidas con moderación ya que los ácidos pueden debilitar el esmalte.
La zanahoria, el plátano, la manzana o las espinacas contienen altos niveles de flúor, lo que ayuda a fortalecer las piezas dentales y el esmalte. Pero las bebidas carbonatadas reducen el pH bucal y favorecen la aparición de sensibilidad.
Fuente: GSK