El Departamento de Agricultura de Estados Unidos indicó que el país de ser el segundo importador mundial de alimentos, puede desplazar a Japón del primer sitio en 2020.México se ha convertido en el segundo importador mundial de alimentos porque fue desarmado el sistema productivo agrícola, y corre el riesgo de desplazar a Japón del primer sitio en 2020, según pronósticos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, advirtió Manuel Villa Issa, quien fue subsecretario de Agricultura durante el gobierno de Miguel de la Madrid y ahora forma parte del equipo de transición de Enrique Peña Nieto en temas del campo.
Al comentar el libro La alimentación de los mexicanos. Cambios sociales y económicos y su impacto en los hábitos alimenticios, escrito por Pedro García Urigüen, vicepresidente del sector de alimentos, bebidas y tabaco de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Villa Issa discrepó de las mediciones sobre seguridad alimentaria de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), que ubican a México como un país razonablemente protegido.
No estoy de acuerdo con la FAO, dijo ante decenas de agroindustriales, al detallar que a la fecha el país importa 40 por ciento del maíz que requiere la población, la mitad del trigo, 75 por ciento de arroz, casi todo el aceite y una gran proporción de carne y leche, cuando hace unas décadas 50 por ciento de las divisas que obtenía provenían de las exportaciones agrícolas. El único alimento que no importábamos era el huevo, pero una enfermedad, la gripe aviar en Jalisco, nos tiró eso y puso en evidencia la enorme fragilidad del sistema alimentario mexicano, señaló el también ex legislador.
Recordó a los miembros de Canacintra que uno de los compromisos del gobierno en transición, es lograr la seguridad alimentaria y dar impulso importante al campo, más aún cuando todavía no salimos de la crisis alimentaria mundial y la comida cuesta hoy el doble que hace seis años. En su libro, García Urigüen hace tanto una descripción sobre los hábitos y tendencias del consumo alimentario de los mexicanos como una diferenciación sobre lo que comen a partir de su nivel de ingresos que tienen y el tamaño de la localidad donde habitan. Detalla, por ejemplo, que entre el segmento de mayor ingreso y el de menor ingreso hay una diferencia de casi 10 veces en lo que se gasta en alimento dentro del hogar y de hasta 25 veces si la comida se ingiere fuera del hogar.
Fuente: La Jornada