La doctora Alejandra Giménez fue galardonada con el Premio Saporiti-CONICET, por el desarrollo de fideos sin gluten mejorados nutricionalmente y elaborados con harinas regionales.La investigadora Alejandra Giménez forma parte del Centro de Investigaciones en Tecnología Alimentaria de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu), es licenciada en Tecnología en Alimentos y tiene un doctorado de la UNJu. Además, es becaria posdoctoral del CONICET, especializada en el diseño de alimentos fortificados y enriquecidos.
El premio, que consistió en la suma de 65 mil pesos aportados por la empresa Saporiti y una placa recordatoria, fue instituido con motivo de cumplirse el 85º aniversario de la firma y consistió en premiar los trabajos que contribuyan al desarrollo de nuevos alimentos, ingredientes y/o tecnologías para su procesamiento. Dichas iniciativas deben haber sido implementadas o estar en vía de hacerlo por industrias radicadas en el país.
La convocatoria comenzó en marzo de este año y para su evaluación se tuvieron en cuenta, además, los aportes ligados a la vinculación del sector científico con el industrial y, a su vez, el sentido de transferencia de las investigaciones al sector productivo. Formaron parte del jurado, que seleccionó a la ganadora de forma unánime, el Dr. Guillermo Favetto (en representación de Saporiti), y los doctores Jorge Wagner y Graciela Font, por parte del CONICET.
La entrega del premio se realizó en las instalaciones del CONICET y estuvieron presentes el doctor Roberto Salvarezza -presidente del Conicet-, el ingeniero Santiago Sacerdote -Vicepresidente de Asuntos Tecnológicos del Conicet-, y el doctor Adrián Saporiti -presidente del Grupo Saporiti-.
Al finalizar la premiación, la doctora Alejandra Giménez comentó a Énfasis Alimentación sobre su trabajo: Son fideos sin gluten hechos a base de maíz, enriquecidos con harinas que se producen en la Quebrada (quínoa, amaranto y harinas de maíces de diferentes razas). Este trabajo es producto de su tesis doctoral, de cuatro años, que realizó con beca del CONICET. Soñé que este trabajo quizá podría llevarse a cabo, pero no pensé que se podía hacer realidad. Eso me tiene muy feliz y orgullosa. Nuestro objetivo siempre fue agregar valor a los productos de la Quebrada y revalorizar algunos cultivos que estaban olvidados, enfatizó Giménez.