Un estudio reciente sostiene que la fructosa produce el mismo efecto en el organismo que la glucosa e incluso puede tener efecto benéfico para la salud.En la actualidad, el tema de los azúcares y su efecto sobre la salud se ha convertido en tema de debate. Es el caso de la fructosa, un azúcar simple que se encuentra en la miel, las verduras y las frutas, y que sirve como base del jarabe utilizado en muchos alimentos preparados. Para muchos, la fructosa es una de las sustancias que contribuye directamente al desarrollo de la obesidad, la diabetes y otras enfermedades cardiovasculares, debido a que el organismo no la metaboliza como a la glucosa. No obstante, un estudio reciente, publicado en la revista Current Opinion on Lipidology en febrero pasado, refuta la veracidad de esta aseveración y sostiene, en cambio, que la fructosa produce el mismo efecto en el organismo que la glucosa y, más aún, que incluso puede tener un efecto benéfico para la salud.
Encabezado por el doctor John Sievenpiper, del Hospital St. Michaels en Toronto, Canadá, un grupo de expertos actualizó las investigaciones realizadas sobre el tema hasta agosto del 2013, a partir de los registros de diversos organismos gubernamentales Medline, Embase, Clinical Trials, entre otros. Su estudio se centró en el papel de la fructosa sobre el peso corporal, los riesgos cardiometabólicos, los niveles de lípidos, triglicéridos y ácido úrico, así como la presión sanguínea, el control glicémico y los marcadores de hígado graso.
Con la idea de que la fructosa causa daños a la salud, algunas personas son partidarias de sustituirla por glucosa. Sin embargo, en palabras del Sievenpiper, no existe evidencia para asegurar que la fructosa es más perjudicial que la glucosa. En términos clínicos, nada justificaría la sustitución de una por otra". Bajo el título Fructose vs glucose and metabolism: do the metabolic differences matter?, el estudio concluyó que la fructosa no afecta la producción de insulina, el grado de grasa en el sistema circulatorio ni las señales que indican enfermedad del hígado graso en niveles más altos que la glucosa.
Más todavía, los investigadores encontraron que la fructosa ofrece beneficios que la glucosa no tiene, pues es susceptible de ejercer un efecto positivo sobre el control de peso corporal, el control glicémico y la presión arterial, lo que no sucede con la glucosa. Finalmente, como advierte Sievenpiper, es el alto consumo, y no el tipo de azúcar, lo que causa la obesidad y la diabetes".
Fuente: John L. Sievenpiper, et.al. Fructose vs. glucose and metabolism: do the metabolic differences matter? Current Opinion in Lipidology, febrero 2014, volumen 25.