Indicaron que una de las acciones implementadas en varios países para contrarrestar el sobrepeso, es incluir en los menús las calorías de cada platillo.Cuando sepamos cuánto ejercicio se necesita para quemar los platillos que ordenamos, seguramente lo pensaremos dos veces. Por ello, una de las acciones que se han implementado en diversos países para contrarrestar el sobrepeso ha sido la de incluir en los menús de restaurantes el número de calorías de cada platillo. Esto con el propósito de que, una vez informado sobre su contenido calórico, el consumidor elija aquellos alimentos que más le convengan para no subir de peso. Así se ha hecho en ciudades como Nueva York e incluso en algunos establecimientos en México. Sin embargo, muchos cuestionan la efectividad de esta medida e incluso varios estudios demuestran que muchas personas, lejos de comer menos, tienden a ordenar más.
Lo anterior llevó a las doctoras Meena Shah y Ashlei James, de la Universidad Cristiana de Texas, a buscar una estrategia que realmente coadyuvara en el combate a la obesidad, para lo cual abordaron el tema de los menús desde un punto de vista distinto: propusieron sustituir la información calórica de cada platillo con el número de horas de caminata que serían necesarias para quemar las calorías de cada uno de ellos.
Las autoras eligieron como ejercicio una caminata vigorosa (a un paso de 5.5 km/hr. aproximadamente) en virtud de cualquiera puede practicarla y porque no implica las limitaciones o demandas de otras actividades físicas, incluidas las de hacer jogging o correr. Para comprobar la eficacia de su hipótesis, elaboraron tres menús con idéntica oferta culinaria (hamburguesas, sándwiches de pollo, ensalada, papas fritas, postres, refrescos y agua), pero con diferentes datos: uno sin información alguna, otro con el número de calorías por platillo y el último con las horas de caminata requeridas para quemar las calorías de cada platillo.
Tras reunir a 300 hombres y mujeres entre 18 y 30 años, las investigadoras ofrecieron al azar un menú distinto a cada uno. Ninguno de ellos sabía del propósito de la investigación y todos eligieron libremente su almuerzo. Al final, Shah y James descubrieron que quienes recibieron el tercer menú, es decir, el que contenía las horas de caminata, fueron los únicos que consumieron menos calorías. En cambio, entre quienes ordenaron del menú sin información y del que presentaba el contenido calórico de cada platillo no hubo ninguna diferencia. De acuerdo al estudio, el grupo con los menús que ofrecía la cantidad de ejercicio necesario para quemar las calorías comió mucho menos que los otros dos, un promedio de hasta 100 calorías".
Estos resultados sugieren que el conteo de calorías de cada platillo en los menús no le dice mucho al consumidor, en tanto que informarle sobre la cantidad de ejercicio que deberá realizar para quemar dichas calorías puede funcionar mucho mejor para que tome consciencia sobre lo que ordena. Entender que se necesitan dos horas de caminata vigorosa para quemar una hamburguesa con queso puede ser más efectivo que saber cuántas calorías contiene, coinciden las expertas. La sola perspectiva de tener que hacer mucho ejercicio para deshacerse del exceso calórico podría ser suficiente para que las personas eligieran mejor sus alimentos".
Fuente: Ashlei James, Meena Shah, et.al., The Effect of Menu Labels, Displaying Minutes of Brisk Walking Needed to Burn Food Calories, on Calories Ordered and Consumed in Young Adults, The FASEB Journal, 9 abril 2013.