El especialista Néstor Pierres, del Instituto Argentino del Envase, disertó sobre los atributos del envase como comunicador y transmisor de información. Además, destacó la tendencia de desarrollar envases híbridos y que respondan a las exigencias de producción y uso que requiere el consumidor.
En una sociedad donde el sentido más utilizado para conocer los objetos que nos rodean es la vista, el envase cobra gran relevancia como vehículo de comunicación y proyección. Por lo que los especialistas aseguran que la producción y diseño de packaging es una actividad que aún tiene mucho futuro por delante.
Revista Enfasis Packaging estuvo presente durante el curso de Introducción al Sistema Envase, organizado en conjunto por GS1 y el Instituto Argentino del Envase (IAE), en el cual Néstor Pierres -en representación del IAE- expuso sobre las tendencias actuales.
Entre las personas mayores de 60 años, el 30% ve al envase como un comunicador y le atribuye gran importancia al momento de comprar un producto, mientras que esta cifra asciende al 45% entre los menores de 35 años. Para cumplir esta función, el envase debe proporcionar: un diseño correcto (equilibrio), incremento objetivo de las ventas (utilidad), impacto y personalidad (percepción), satisfacción del consumidor (calidad/costo/desempeño), recordación de marca (comunicación). Esto indica que hay que tener en cuenta ciertos atributos para que cumpla su objetivo de seducción en el punto de venta y motive a la compra.
Atributos del envase
Según Néstor Pierres, la principal característica que debe cumplir el envase es la honestidad entre lo que dice vender y lo que realmente vende. “El producto puede ser bueno pero si el envase no es honesto con lo que ofrece, se pierde el efecto de compra porque el consumidor considera que lo están engañando”.
Otra función irreemplazable es la protección. Si no cumple con este requisito, más que un envase es un contenedor.
Para que el envase se destaque en el punto de venta, también debió haber sido cuidado en sus etapas anteriores como almacenamiento, distribución y transporte. Pierres destaca como valor agregado el conocer el modo de trabajo de cada uno de los proveedores y detalla algunos puntos para considerar:
• Tipo de transporte (calidad, características, etc.)
• Duración y condición del almacenamiento.
• Control de las operaciones de carga y descarga.
• Posibilidad de daño durante el tránsito.
• Situación de deformación.
• Penetraciones, pinchaduras, rasgaduras, cortaduras.
• Métodos erróneos de manejo.
• Riesgos mecánicos.
• Riesgos climáticos.
• Altas temperaturas.
Innovación que se adapta al consumidor
Si bien la división clásica entre los materiales posibles del envase primario es entre flexibles (bolsas, sachets, doy-pack) y rígidos (multimaterial, papel, cartón, vidrio, metálicos, plásticos, pasta moldeada, etc.), el especialista destaca que la tendencia es desarrollar envases híbridos. Es decir, un envase flexible con características del rígido.
Las exigencias de los compradores, cada vez más informados y con nuevos hábitos de consumo, están llevando también a la aplicación de respuestas innovativas en la producción y uso del sistema envase:
• Conocer a través de la impresión o grabado en el envase cómo el mismo va a ser recogido o reciclado.
• Disminución del peso global del envase.
• Instrucciones sobre la forma de abrir y cerrar los envases.
• Disminución del volumen global.
• La autodestrucción orientada del envase.
• Eliminación del sobre embalaje.
• La inclusión de ventanas para ver el contenido en los envases opacos.
• Envases que disminuyan con el uso.
• Semejanza formal entre el producto y el envase.
• Posibilidad de percibir el aroma sin abrir el envase.
• Re orientar dimensionalmente al envase en función de la logística.
• Producir envases honestos y responsables frente al consumidor y el medio ambiente.
• Construir fuertes barreras frente a la falsificación o la adulteración.
• Utilización de materiales reciclados o bio polímeros y reducción del consumo de energía.
Envases del futuro
Los envases, según el especialista, serán y en algunos casos ya lo son un medio por el cual se podrá salvar vidas, evitar enfermedades, reducir costos y errores. De esta forma, asegura, tendrán tres funciones esenciales:
Como parte del producto: el envase será, cada vez más, una parte del producto mostrando que el mismo es seguro, se encuentra bien cocido, su temperatura, entre otras propiedades.
Como comunicador: entretendrán e informarán de manera novedosa mostrando en su exterior el comercial de televisión o el video de capacitación sobre el uso del producto que contiene para luego ser desechado.
Como solucionador de problemas: el exterior de los empaques para drogas emitirá una imagen en color ofreciendo información en forma legible, adecuada a la capacidad visual de los pacientes.
El futuro del envase, entonces, está en la interacción con el consumidor y en su comunicación de información indispensable para su bienestar. Algunos modelos de envases que pronto estarán en todas las góndolas son:
Envases activos que detectan presencia de bacterias: indicarán la presencia de ciertos agentes patógenos permitiendo, de manera controlada, el ingreso y egreso de ciertos gases para preservar los alimentos.
Envases desprendibles: parches inteligentes para la dosificación de medicamentos libre de errores en la piel (para la liberación de hormonas, inhibidores de deseo, etc.).
Envases para discapacitados visuales: algunas farmacias instalan marbetes con dispositivos de radio, de modo que los pacientes con limitaciones visuales puedan colocarlos cerca de un dispositivo que reproduzca sonoramente los contenidos y cualidades del medicamento.