La investigación de un grupo de académicos de la Universidad Iberoamericana originó la producción de bioetanol por medio del olote.Uno de los principales cuestionamientos en la producción de biocombustible en el mundo es utilizar hectáreas de cultivo para maíz o caña que no tengan como destino el consumo humano y animal. De esta forma, se investigan diversos residuos orgánicos que podrían emplearse para la producción de bioetanol con buenos o regulares rendimientos.
Bajo esta idea, la investigación de un grupo de académicos de la Universidad Iberoamericana (UIA), encabezados por Lorena Pedraza Segura, produjeron bioetanol en cantidades económicamente viables por medio del olote, tronco del maíz.
Los científicos del Departamento de Ingeniería y Ciencias Químicas de la UIA han obtenido del olote las concentraciones de azúcares necesarias para un proceso industrial de elaboración de etanol destilado.
Pero ¿por qué el olote podría ser una buena opción por sobre otros desperdicios para producir biomasa? Lorena Pedraza señaló que el olote representa el mayor desperdicio de un cultivo en México, del cual se desechan miles de toneladas al año y del que pueden obtenerse hasta 200 litros de alcohol por tonelada, el promedio producido por otros cultivos con la diferencia de que el olote no interfiere en la cadena alimenticia de humanos y animales.
Para producir las concentraciones de azúcares necesarios en el proceso de fermentación, los académicos de la Ibero emplearon una mezcla de enzimas obtenidas de hongos que actuarán en una hidrólisis. En este proceso hay una ruptura de largas cadenas de azúcares de la materia vegetal en pequeñas moléculas (xilosa y glucosa), que son asimiladas por dos tipos de levaduras para fermentar y producir el etanol.
Entre mayores sean las concentraciones de azúcares en esa fase de hidrólisis habrá mayor cantidad de etanol al final de la fermentación y menos cantidad de agua por eliminar, lo que facilitará la destilación de ese biocombustible para su empleo práctico.
Terminado este procedimiento, los científicos realizarán los cálculos requeridos para hacer todo esto en una planta industrial, con el fin de ofrecer la información del proceso de producción y equipos recomendados al sector industrial o empresarial interesado.
Fuente: La Crónica de Hoy