Este producto innovador se caracteriza por brindarle al consumidor la posibilidad de ingerir una miel absolutamente pura y natural sin las particularidades que en su forma silvestre la hacen poco apetecible (por su viscosidad). Se puede consumir diluida en té, leche, mate, té con leche, sobre pan o galletitas untadas con manteca o queso, y agregándola a la mezcla de yogurt con cereales.
La producción de miel en la República Argentina tuvo un fuerte desarrollo a partir de los años 70. Desde esa fecha hasta entrados los años 90, pasó de ser una actividad económica complementaria de empleados administrativos, bancarios, docentes y cuentapropistas, a ser una empresa con derechos y obligaciones exactamente igual a las que caracterizan a la producción de materias primas del país.
Pasar de ser un producto no tradicional a un producto considerado commodity, implicó no sólo cumplir con lo anteriormente dicho, sino también incorporar la transferencia tecnológica que en Argentina se da desde el estado (INTA, Ministerios de Asuntos Agrarios de diferentes provincias, SAGPyA, etc.), actualizada y más dinámica, para mantener a la nación dentro de los primeros lugares del mundo por su mejor calidad de miel y por su mayor porcentaje de exportación con respecto a su producción.
Este breve concepto que caracteriza a la producción de miel argentina, da pie para decir que, desde el punto de vista de la industria alimentaria como desde los sectores de consumo, la miel no es una materia prima muy demandada. En primer lugar, juegan en contra los hábitos alimenticios de una población acostumbrada a consumir pocos lácteos, como también a una industria alimentaria que ha utilizado otros tipos de edulcorantes para sus productos. Esto ha derivado que sea una producción dirigida resueltamente a la exportación. Si a estas dos características enunciadas, se le agrega que por su textura viscosa es un producto incómodo para su consumo como así también para uso industrial, podemos concluir que la República Argentina, poco o nada ha hecho para darle valor agregado a este producto tan noble.
Un desarrollo que cambió la historia
El desarrollo para poder obtener la deshidratación de la miel, sin alterar sus características organolépticas, apuntó decididamente a torcer esta historia. Este producto, absolutamente natural, tiene una relación directamente proporcional a la tendencia mundial de consumir productos de estas características.
Si a esto se le adiciona que estas mieles son unas de las mejores del mundo –por su sabor, aroma y color-, este innovador producto se caracteriza por brindarle al eventual consumidor la posibilidad de ingerir una miel absolutamente pura y natural sin las particularidades que en su forma silvestre la hacen desapetecible (por su viscosidad).
La miel en polvo le permite a la industria alimentaria la utilización de un producto natural muy práctico para su uso en las líneas de producción. Encuentra un amplio beneficio desde el punto de vista económico y laboral dado que:
1) Ya no requieren del consumo de energía eléctrica o calórica para mantener la miel en estado líquido (dado que ésta pasa de estado líquido al sólido con temperaturas ambientes por debajo de los 12ºC de promedio).
2) No requiere del gasto de fletes y reubicación de tambores desde y hasta las salas de extracción y fraccionamiento de miel.
3) Libera a su personal del esfuerzo que representa la manipulación de tambores de 340 kg netos de miel.
4) Exime al personal del tiempo y minuciosidad que requiere la limpieza propia del manipuleo de miel líquida.
Otra ventaja excelente es que la miel en polvo es apta para el consumo humano directo, habida cuenta de que su composición y características sensoriales y químicas son similares a la miel pura; en consecuencia, se puede consumir diluida en té, leche, mate, té con leche, sobre pan o galletitas untadas con manteca o queso, agregándola a la mezcla de yogurt con cereales.
Proceso de secado y envasado
Los sistemas de secado son Deshidratación por aspersión (Spray Drying) o Deshidratación vía tambores (Drum Dryng). La miel en polvo se obtiene del secado de la miel pura. Con una correcta aplicación de la técnica no se alteran los niveles de hidroximetilfurfural (HMF) y mantiene su contenido de vitaminas C y E, como así también antioxidantes. Otro dato muy importante es que posee 0% de grasas. No contiene aditivos químicos ni sintéticos.
Un detalle a tener en cuenta es su granulometría y peso específico. En el caso de lo primero deben estar dentro de los rangos de 1000 a 1400 micrones; y en el segundo, no debe superar los 0,9 gs/cm3. Estas mediciones son muy importantes ya que hacen a su fluidez y facilidad de dilución.
Otro aspecto técnico, y que pareciera ser menor pero que lejos está de serlo, es el envasado de la miel en polvo. Se debe realizar al vacío habida cuenta del gran poder higroscópico del producto, por lo cual se lo debe mantener dentro de una atmósfera muy baja. Esta referencia es muy importante a considerar, porque bien es posible combinar con la industria la unidad de envasado en relación a la cantidad a usarse. Esto debe permitir que el operario, una vez que realice la apertura del pack, utilice el total de la miel en polvo a fin de evitar que queden restos, que con el transcurrir del tiempo absorberán humedad ambiente y desvirtuarán la calidad del producto.
En relación al consumo humano directo, una unidad de medida aproximada son 4 gr. /200cm3 de líquido. Esta unidad es variable dado lo laxo del umbral de palatabilidad de las personas. No todos respondemos igual a un mismo grado de endulzamiento de los productos.
En la cadena agroalimentaria, uno de los eslabones es la elaboración /industrialización de los alimentos, para lo cual se necesita aplicar normas, técnicas, legislación y conocimientos sobre tecnología para obtener alimentos que son demandados cada vez más por un consumidor exigente acorde a sus necesidades. No sólo debemos pensar en el consumidor local, regional o nacional, sino que nos debemos involucrar en el mercado internacional en el que está inserta Argentina. Para ello la tecnología añade un valor agregado que pesa sobre el desarrollo económico-social del país.
Cualquier transformación que se le hace a un producto para adecuarlo a los gustos de los consumidores, puede ser considerada como un valor adicional que tiene el bien. Este valor incluye desde los tratamientos que se empiezan a hacer después de la cosecha, como la limpieza y la selección, hasta procesos más complejos.
La transformación de los alimentos y de los productos agrícolas en un país como Argentina es de vital importancia por el efecto multiplicador, desde la investigación hasta la toma de mano de obra directa que repercute positivamente en disminuir el desempleo, pero, se debe apuntar decididamente al logro de una competencia profesional de excelencia a nivel de los países de punta. La miel en polvo articula perfectamente con todos estos parámetros y contribuye a un adelanto tecnológico desde su ámbito productivo.