La mejora de la apariencia física y el cuidado de la salud son los factores que más incentivan el control del peso. La saciedad, el control del hambre y el mantenimiento de los niveles de energía son considerados los beneficios más importantes de la inclusión de la proteína en la alimentación. Los argentinos consideran que el consumo equilibrado de proteína animal y vegetal es una opción saludable y reconocen que la soja es muy buena para el corazón.
Actualmente, con más de 1.600 millones de adultos con sobrepeso en el mundo, el control del peso representa una cuestión muy importante para aquellos que se preocupan por su salud y bienestar. Para entender las actitudes de los consumidores acerca del tema, se realizó una encuesta a 5.300 consumidores en todo el mundo, entre ellos 482 argentinos de más de 21 años. El objetivo de la encuesta fue comprender mejor el comportamiento, la motivación y las prácticas de los consumidores al cuidar su peso; evaluar cuáles son los atributos de los productos que los consumidores eligen más; y, a su vez, considerar el conocimiento de los consumidores respecto a las propiedades de la proteína para el manejo del peso.
Fueron encuestados consumidores de 11 países (Argentina, Brasil, Francia, Alemania, Italia, México, Rusia, Sudáfrica, Turquía, Reino Unido y Estados Unidos) que cuidan su peso. Los resultados globales de la encuesta mostraron que los consumidores en todo el mundo tienen más interés en alimentos que promueven la saciedad, como yogures, sopas y cereales. Por lo general, en todos los países los encuestados estuvieron de acuerdo (del 71% al 93%) con que consumir proteínas animal y vegetal en justa medida es una conducta saludable y, entre las ventajas más importantes de la proteína para el manejo del peso están el mantenimiento de los niveles de energía, la saciedad más prolongada y el control del hambre.
La preocupación por el peso es algo frecuente entre los argentinos, y esta encuesta nos ayuda a entender mejor lo que desean y cómo se comportan los consumidores que quieren mantenerse en forma, dijo Lara Veiga, gerente de Marketing de Solae para América Latina. Entre los principales hallazgos del estudio realizado en Argentina están los siguientes puntos:
La mejora de la apariencia física y de la salud es lo que motiva inicialmente a los consumidores argentinos a cambiar su alimentación (66% y 64%, respectivamente);
La mejora de la salud, del bienestar general y el aumento de la energía son motivos para empezar a cambiar la alimentación entre individuos con más de 45 años;
Las preocupaciones que más motivan el control del peso son: el cuidado de la salud en general (66%) y obesidad (42%), seguidos por problemas pulmonares/respiratorios (14%) y problemas cardíacos / circulatorios (14%);
En Argentina, se vincula a la soja con su beneficio de bajar los niveles de colesterol más que cualquier otro tipo de proteína (lactosuero, productos lácteos, huevos, carne de res, aves, pescado, nueces, trigo, porotos y legumbres).
Estos resultados reiteran lo que los datos de las investigaciones científicas muestran sobre la capacidad que tiene la proteína de afectar positivamente la saciedad y la energía, lo que contribuye al manejo del peso.
Los consumidores buscan cada vez más formas de cuidar su peso con facilidad a través de alimentos y bebidas apropiadas, dijo Michele Fite, vicepresidenta Mundial de Marketing y Estrategia de la compañía. La proteína de soja puede jugar un papel importante en el cuidado del peso a partir del desarrollo de productos exquisitos y nutritivos para proporcionar a los consumidores más variedad de alimentos y bebidas de consumo cotidiano.
La proteína de soja, una fuente proteica de alta calidad, ayuda a los consumidores a sentirse satisfechos durante más tiempo y les brinda un efecto de saciedad parecido al de las otras proteínas. Con respecto a las dietas con restricción de energía, la proteína de soja puede contribuir a la pérdida y al manejo del peso. Asimismo, la proteína de soja ofrece una ventaja singular como fuente proteica de alta calidad que puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas al bajar los niveles de colesterol total y LDL cuando forme parte de una dieta con bajo contenido de grasas saturadas y colesterol.
Fuente: Encuesta realizada por Solae sobre el comportamiento de los consumidores que quieren mantenerse en forma.