La flexografía es una opción competitiva, en algunos casos es superior a las impresiones en offset y huecograbado.Con el tiempo la impresión flexográfica ha evolucionado para igualar y superar procesos de impresión como el offset y el huecograbado, dejando de ser la otrora cenicienta de las artes gráficas para convertirse en un proceso de impresión preponderante en la actualidad de la industria del empaque.
Haciendo una retrospección a la última feria de Drupa en el 2008, nada ha sido más impactante ni significativo en el avance tecnológico de la impresión flexográfica, como es el caso del cambio paradigmático de la estructura del punto digital y la amplitud en el rango tonal derivado de una mejora en las densidades de las tintas.
Cuando fue introducido por primera vez el punto digital plano en la impresión flexográfica, los otrora líderes del mercado flexográfico, encausados en sus paradigmas del punto puntiforme se atrevieron a desacreditar la incipiente estructura y pronosticar el total fracaso de la misma. Tres años después todos los proveedores y participantes en este segmento reconocen las ventajas del mismo y hacen esfuerzos titánicos por igualar o generar dicha estructura de punto.
La estabilidad de un punto plano, unido a la capacidad de copiar pixeles 1:1:1 desde el archivo de origen a la plancha, conjuntamente con la reproducción de puntos mínimos de hasta 0.4% sostenibles en la plancha ha hecho que el proceso flexográfico se torne una alternativa fehaciente de calidad.
Las mejoras anteriores permiten una preprensa simplificada sin necesidad de tantos retoques y ajustes, ni tramas sofisticadas, trayendo como consecuencia trabajos de mayor calidad, con mayor impacto en los anaqueles y con costos inferiores a los incurridos comúnmente en la impresión flexográfica digital tradicional.
Adicionalmente, la combinación de estos factores trae como resultado una mejora en la impresión, en la consistencia y en la repetibilidad de los trabajos, que permite a la flexografía convertirse en una opción competitiva y en algunos casos superior a las impresiones en offset y huecograbado.
Los colores del proceso flexográfico
Los puntos anteriores de mejora son muy importantes pero mas importante aún es el hecho de poder incrementar las densidades en el proceso flexográfico y alcanzar los objetivos de densidades en el proceso sin incurrir en costos adicionales.
Durante años el enfoque ha sido incrementar colores o unidades de impresión, con el objetivo de aumentar la gama de color, llevando consigo incremento en inversiones, procesos cada vez más complicados de puesta a punto e incremento en los costos de los procesos y el uso de colores directos.
Cuando nosotros analizamos el proceso flexográfico, existen grandes diferencias en las tendencias y direcciones de los proveedores. Los proveedores tradicionales de tecnologías digitales de placas, impactados por sus debilidades en el logro de los objetivos de densidades están empujando al incremento en los colores utilizados en la impresión, a la necesidad de invertir en máquinas flexográficas de ocho a 10 estaciones para poder extender la gama de color con el uso de más y más colores para poder alcanzar la gama de color objetivo.
Generalmente para lograr esto es necesario un mínimo de ocho estaciones de la impresión, lo que lleva a la necesidad de invertir en prensas de 10 colores, trayendo como consecuencia tiempo de ajustes mayores, mayor incremento de desperdicio, incremento de inventarios, en otras palabras incrementos severos de costos, con un mayor impacto ambiental y con una pobre adaptación a los cambios rápidos y pedidos cada vez mas pequeños.
La razón de que una parte de la industria apunte en la dirección anterior se debe a que no se puede conseguir bastante gama de color en un proceso de cuatricromía con el proceso de flexografía digital tradicional, por lo que se hace necesario extender el número de colores en el proceso de impresión.
En otra dirección están trabajando otros proveedores cuyo enfoque va dirigido a poder mejorar la transferencia de tinta dando como resultado el incremento de las densidades sin necesidad de anilox con mayor aporte volumétrico y trayendo como consecuencia la ampliación de la gama de color y el alcance de las densidades objetivo.
Como resultado de estos estudios y nuevos desarrollos en software nos encontramos con tecnologías que permiten alcanzar densidades más altas con la misma cantidad de tinta, pero con una cobertura superior de los sólidos y con una gama de color mayor a las tecnologías digitales tradicionales.
Estos avances en transferencia de tinta permiten ampliar nuestra gama de color obtenida a partir de un proceso de impresión en cuatricromía con ahorros significativos en costos operativos en el uso de cintas, tintas especiales, menos tiempo en la puesta a tiempo. En otras palabras, ahorros significativos en costos, sin detrimento de la calidad de impresión y con un proceso más dinámico y competitivo con tecnologías otrora líderes como lo son el huecograbado y el offset.
A partir del desarrollo de nuevos programas de cómputo que permiten avances a nivel de pantallas y lineaturas, podemos alcanzar densidades objetivo cercanas a las densidades del huecograbado y evitar la necesidad de aplicar las viejas prácticas de utilizar mayor volumen en los anilox.
Cada vez son más los impresores que reportan incrementos sustanciales en sus densidades y la reducción del uso de colores en sus trabajos gracias al uso de estas tecnologías sin incurrir en incrementos en el consumo de tintas.
La mejor transferencia de tinta lograda en los sólidos aunado a la capacidad de poder utilizar anilox de menor volumen, permitiendo un mayor cierre en los sólidos con un menor espesor de película en el sustrato de impresión, trae como consecuencia la posibilidad de un secado mas rápido, incremento en las velocidades de las máquinas flexográficas y un menor consumo energético en los tirajes.
Todo lo anterior ha incrementado las capacidades del proceso de impresión flexográfico, cambiando los paradigmas existentes en la impresión digital tradicional y generando grandes ahorros en costos, incrementos en la productividad en un mismo pedido y entre pedido y pedido, y permitiendo a los dueños de la marca un mejor impacto de su empaque en los anaqueles, lo que nos lleva a concluir que en flexografía: hoy se puede hacer mucho más con menos.