Basados en materiales reciclados o confeccionados utilizando la energía racionalmente; con capacidad de avisar sobre su caducidad o que puedan transmitir a no videntes lo que dice su prospecto. Estas y otras tecnologías se están aplicando en la producción de envases y embalajes. El consumidor consciente del medio ambiente opta por los productos ecológicos. Y también lo hace especialmente en el envase. Es de sobra conocido que todos los plásticos utilizados hoy se basan en una materia prima que antes o después se habrá agotado: el petróleo. Por esta razón, también en el sector del envase y el embalaje se apuesta cada vez más por los materiales renovables. El mercado de los plásticos ecológicos basados en materias primas renovables como trigo, maíz o caña de azúcar, incrementa cada año entre un 20 y un 30 por ciento. Entre tanto ya han aparecido los primeros bioplásticos en las bebidas no gaseosas o en la transformación de alimentos líquidos. Aquí cabe destacar en primer lugar el poliácido láctico (PLA), cuyas propiedades son muy similares a las del PET. Así que, el PLA goza de un enorme potencial de crecimiento, porque nada más que en 2009 se previó la producción mundial de 350.000 millones de envases de PET. El segundo gran mercado, junto a los envases, lo forma el material de embalaje. También aquí hay interesantes desarrollos: en un proyecto de investigación comunitario están desarrollándose nuevos papeles flexibles de estructura multicapa realizados exclusivamente con materias primas renovables. El Instituto Fraunhofer IVV de Freising aporta métodos específicos para mejorar la barrera al vapor de agua y al oxígeno del papel previamente recubierto. Además se están desarrollando recubrimientos antimicrobianos. En uno de estos materiales se está procesando proteína del suero con excelentes propiedades de barrera al oxígeno y a la humedad. Además se aprovechan los ingredientes antimicrobianos que contiene el suero para prolongar la caducidad de los alimentos. Por último cabe citar algo absolutamente fundamental: muchos bioplásticos se consideran compostables. Pero esto no es del todo verdad. La mayoría de ellos se descomponen muy lentamente o es necesario calentarlos para que lo hagan, lo que provoca un efecto negativo en el balance ecológico. Además, el material es demasiado valioso para utilizarlo una sola vez. Así pues, el reciclaje será la próxima gran tarea en este campo. Smart Packages: entre ficción y realidad En su film de ciencia ficción "Minority Report", Steven Spielberg muestra envases de cereales en los que pueden verse dibujos animados. Aunque todavía sea una utopía futurista, puesto que la película tiene lugar en el año 2054, las posibilidades técnicas ya existen. "Smart Packages" que nos proporcionan a los consumidores información adicional en diferentes idiomas, que leen el prospecto de los medicamentos a pacientes no videntes o en los que puede verse un spot publicitario en pantallas de color impresas. El cami¬no hacia esta electrónica es tecnológicamente viable, se imprimirá con tinta inteli¬gente. Las vías y los componentes son de polímeros orgánicos disueltos en una fase líquida y, por lo tanto, procesables en una especie de impresora de chorro de tinta. El objetivo propuesto de los desarrolladores es poder fabricar un chip de estas características para los segmentos de masas en la industria de las bebidas por un precio inferior a un céntimo de euro. Y se prevé que sea posible dentro de pocos años. Estas etiquetas RFID impresas cumplirán diferentes tareas como la supervisión constante de la temperatura, el almacenamiento y la transmisión de los datos. Ante las puertas de la fabricación industrial masiva no solo se encuentran las memorias pasivas de datos, sino también circuitos electrónicos activos realizados con impresoras de chorro de tinta con transistores, resistencias, diodos luminosos y condensadores. Incluso se ha previsto el abastecimiento de energía a base de baterías o células solares impresas. Esta es la clave de imágenes animadas o cuñas de publicidad o jingles. La electrónica impresa abre unas puertas fascinantes: según un informe del instituto de investigación del mercado NanoMarket, el volumen de mercado de tintas electrónicas y materiales de sustrato utilizados en la fabricación de electrónica impresa ascenderá de 1100 millones de dólares en 2008 a más de 11.500 millones de dólares hasta 2015. Y cuando las visiones se valoran en dinero, puede decirse con seguridad que el futuro inteligente ya ha comenzado. Fuente: drinktec.com