La empresa mexicana La Costeña celebra 95 años de su fundación, innovando con nuevas tecnologías para preservar el sabor de la comida mexicana. En 2018, la compañía tiene como objetivo la consolidación de los productos que han lanzado en los últimos cinco años, como son los tamales y su ingreso a las botanas con Fritos Totis.
Actualmente la empresa cuenta con tres plantas de producción en el territorio nacional, una en San Luis Potosí, otra en Guasave, Sinaloa y la tercera en Ecatepec, Estado de México. En esta última se ubica uno de los dos almacenes automatizados y que alberga las plantas de producción de chile y vinagre, y el centro de distribución automatizado más grande de América Latina para la industria alimenticia.
De acuerdo a información proporcionada por la compañía, durante un recorrido a la planta, la fábrica cuenta con cuatro centros productivos, como la de las latas de aluminio, la cual produce de 900 a mil envases por minuto para un total de 5 millones de latas al día.
El funcionamiento del almacén es totalmente automatizado, desde la recepción del producto hasta la expedición. La planta llega a almacenar hasta 63 mil pallets de latas de chile en vinagre, frijoles, puré de tomate, mermeladas, salsas, mayonesa, cremas, mole, pozole, tamales y frutas en almíbar que se venden en México y otros 60 países.
El 85% de las ventas de la empresa fundada en 1923, por Vicente López Resines, provienen de México y 15% de las exportaciones, de las cuales 80% son hacia Estados Unidos y 20% al resto del mundo. Actualmente produce más de 30 diferentes líneas de productos y cuenta con tres plantas en el extranjero: Aconcagua (Chile), Arizona y Minnesota (Estados Unidos).
En una breve plática con medios de comunicación, Rafael Celorio, Director General de La Costeña, comentó que todos los que trabajan en la compañía se siente orgullosos de todo lo que se ha logrado en estos 95 años: “Además de nuestra constante búsqueda por innovar y escuchar las necesidades de nuestros consumidores para diversificar nuestro portafolio de productos, hemos trabajado arduamente para llevar nuestro tradicional sabor mexicano a nuevos rincones del mundo y continuar el legado de Don Vicente López”.
Latas de metal y su importancia para La Costeña
A través de los años, La Costeña ha modificado los envases de los diferentes productos que ofrecen al mercado. Envases de plástico y cartón forman parte de los materiales que utilizan, pero, la lata de aluminio sigue siendo el empaque icónico de la marca.
La compañía produce internamente más de dos mil 500 tapas por minuto y más de mil millones de latas al año, siendo el producto número uno de latas para alimentos en Latinoamérica. Esta planta cuenta con el menor índice de desperdicio en la industria.
Desde 2014, la marca implementó en sus latas una película protectora de resina inocua de alta calidad que evita el contacto del contenido con el metal y asegura la conservación del sabor, color y propiedades de los alimentos.
Las latas son 100% biodegradables y son sometidas a cambios drásticos de temperatura y presión. Este método permite conservar por largo tiempo los alimentos con sus nutrientes.
Los alimentos se envasan crudos o semicrudos y pasan por un proceso de cocción y esterilización a 118°C. Después los envases se enfrían inmediatamente hasta 40°C para eliminar cualquier bacteria. El envase funciona como una olla de presión y permite que los alimentos lleguen en condiciones ideales a los consumidores.