La gran masa consumidora productos cárnicos no solo desea calidad y conveniencia, sino que además pide productos más sanos y convenientes, por ello el procesador debe tomar en cuenta la capacidad de compra del consumidor.Para influenciar a que el consumidor se incline por el consumo de carne, se le deben ofrecer productos a precios accesibles, en una modalidad que sean de fácil y flexible preparación.
Por ejemplo, la carne de pavo, además de su funcionalidad que la hace tan versátil, es una materia prima ideal para elaborar productos procesados que cubran todas las cualidades que el consumidor desea en ellos.
El tocino de pavo curado naturalmente es un producto innovador, y contrario a los que algunos piensan, es un producto de proceso sencillo. El éxito de su elaboración está en la buena selección de la materia prima, muslos deshuesados de pavo, y en los ingredientes de la formulación para lograr un curado natural, los cuales son: agua, sal marina, azúcar, polvo de apio, pimentón, polvo de cebolla y otras especias.
El producto puede también ahumarse, y el presentarlo en rebanadas gruesas en un envase tipo segunda piel es bastante atractivo para el consumidor.
La variación está también en el corte que se utiliza para las tiras de carne, y a la vez pueden más cortes de baja utilidad convertirse en productos con valor agregado. El producto, envasado para venderse fresco en un envase tipo segunda piel, puede lograr una vida de anaquel más larga gracias a la adición de oleorresinas, que además de ser distintivas de las distintas cocinas del mundo, ofrecen una función antioxidante y antibacteriana.
La necesidad es la madre de todas las ciencias, y con precios récord para la carne de bovino, la necesidad se presenta ahora para modificar la anatomía de los cortes y crear nuevos de aquellos trozos de carne subutilizados, como lo es el músculo Spinalis dorsi, el que cubre o tapa al Longissimus dorsi, el ojo de Rib-eye.
Fuente: CarneTec