De acuerdo con información de EUFIC, los suplementos van en crecimiento y, aunque no deben sustituir una dieta equilibrada, ofrecen nutrimentos de valor.La idea detrás de los suplementos alimenticios, también conocidos como suplementos dietéticos o nutricionales, es entregar nutrientes que no pueden ser consumidos en cantidades suficientes. Los complementos alimenticios pueden ser vitaminas, minerales, aminoácidos, ácidos grasos y otras sustancias que se encuentran en tabletas, cápsulas, líquidos, entre otras. Antes de usarse, las personas deben informarse de las recomendaciones generales.
Los suplementos están disponibles en una gama de dosis, y en diferentes combinaciones. Sin embargo, sólo se necesita una cierta cantidad de cada nutriente para que el cuerpo pueda funcionar correctamente, ya que dosis más altas no son necesariamente mejores. En cantidades mayores, algunas sustancias pueden llegar a ser perjudiciales. Esta es la razón principal por la que los suplementos sólo se venden legalmente con una recomendación de la dosis diaria.
Los suplementos no deben sustituir una dieta equilibrada y sana, incluso además de una buena dieta las mujeres embarazadas deben tomar medicamentos específicos. Por ejemplo, la falta de hierro en las mujeres jóvenes aumenta el riesgo de que los bebés nazcan con bajo peso y un desarrollo cerebral retrasado. También es necesario el consumo de ácido fólico antes de la concepción y durante las primeras 12 semanas de embarazo.
A pesar de que ocupan un rol muy importante en la salud de algunas personas, no todos los suplementos son útiles para todo el mundo. De hecho, no es aconsejable tomar ciertos suplementos, especialmente en altas dosis. El mensaje general sugiere seguir una dieta sana y equilibrada, leer atentamente las etiquetas de los suplementos y alimentos enriquecidos, para así evitar tomar múltiples dosis que excedan las cantidades diarias recomendadas (CDR).
Fuente: The European Food Information Council (EUFIC)