Una encuesta mostró que el 78% de los argentinos sabe que el agua es lo más saludable, pero sólo 3 de cada 10 la prefieren en verano.Para tener un diagnóstico de qué beben los argentinos en épocas de calor y cómo mejorar los hábitos de hidratación durante esta época del año, se llevó a cabo un relevamiento a más de mil individuos, a cargo de TNS Gallup. Los resultados arrojaron que el78% declaró que el agua es la bebida más saludable, mientras que sólo el 37% la elige para hidratarse.
Como agravante, según los datos de este sondeo, el 54% de los argentinos piensa que dentro de su ingesta diaria de líquidos bebe la suficiente cantidad de agua, aunque un estudio previo había demostrado que sólo el 21 por ciento de lo que los entrevistados ingerían por día correspondía a agua pura.
El Lic. Luciano Spena, miembro de la Comisión Directiva de AADYND y Director de la Licenciatura en Nutrición de la Universidad de Morón, remarcó que el estudio demostró que los argentinos beben poca agua pura en verano, justamente en la época del año en que la hidratación cobra un papel preponderante. Esto se debe a que tenemos una inclinación por el sabor dulce, y en parte a que existe un prejuicio arraigado sobre el sodio del agua. Sin embargo, una ingesta de líquidos sin agregado de azucares como el agua pura, permitiría contrarrestar el aporte de calorías vacías que contribuye al desarrollo de condiciones como el sobrepeso y la obesidad, y el sodio presente en cualquier tipo de agua es irrelevante en el marco de una dieta variada y completa.
En la búsqueda de estrategias eficientes para que la población incorpore más agua a su ingesta diaria de líquidos, en la investigación se profundizó sobre cuáles serían las medidas que resultarían más fáciles de implementar, y se destacaron las siguientes:
Tener disponibilidad de agua fría de forma permanente. (87% opina que es fácil de implementar).
Tener una botella con agua siempre al alcance de la mano. (78% opina que es fácil de implementar).
Ante el deseo de tomar, servirse primero agua en lugar de otra bebida. (75% opina que es fácil de implementar).
Servirse mayor cantidad de agua que la que uno está dispuesta/o a tomar. (72% opina que es fácil de implementar).
Elegir aguas que vengan en botellas más grandes. (65% opina que es fácil de implementar).
Buscar botellas tan grandes que alcancen para toda la familia, tipo bidón. (63% opina que es fácil de implementar).
Además, 72% de los argentinos señaló que se hidrata recién cuando tiene sensación de sed.
De hecho, la mitad de los encuestados cree que lo ideal es hacerlo en ese momento. Según refirió el Lic. Luciano Spena, la sed no es un buen indicador, porque es un estímulo tardío que aparece una vez que la persona ya está levemente deshidratada.
Por el momento, no existe un consenso unificado sobre la ingesta recomendada de líquidos a nivel mundial, aunque en el país las Guías Alimentarias para la Población Argentina basan sus recomendaciones en un consumo cercano a los 2 litros de agua/día. La EFSA, Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, recomienda una ingesta de 2 litros de agua total/día para mujeres y de 2,5 litros agua total/día para hombres, incluyendo el agua proveniente de alimentos y bebidas.
Sin embargo, tal como sugirió la Lic. Beatriz Ravanelli, miembro de la Comisión Directiva de AADYND y Directora de la Licenciatura en Nutrición de la Universidad de Belgrano, en épocas de calor, el aumento de la sudoración incrementa este requerimiento debido a la mayor pérdida de agua y sales que deberán reponerse para mantener el balance hídrico en equilibrio entre lo que se bebe y lo que se elimina, por lo que es necesario ingerir más de dos litros de líquido, preferentemente en forma de agua.
El grado de actividad, que resulta muy variable de un individuo a otro, es otro determinante de las necesidades de agua, que pueden estar aumentadas. Además, la Lic. Ravanelli aclaró que el principal problema de salud vinculado a la hidratación consiste en las calorías que se ingieren a través de bebidas e infusiones azucaradas, y no en la cantidad de sodio que pueden aportar las aguas: Por lo tanto, es importante aclarar que el mito de que para cuidar el corazón hay que tomar agua baja en sodio en ocasiones es una barrera de gran influencia para su ingesta. Sin embargo, tal como establece la Organización Mundial de la Salud (OMS), el agua no contribuye significativamente en la ingesta total diaria de sodio, excepto en aquellos individuos que requieren de estricto control sobre su aporte y que no debe sobrepasar los 400 mg. al día (en contadas situaciones clínicas).
Consecuentemente, la especialista destacó que es importante remarcar que la población puede elegir cualquier tipo de agua que tenga a su alcance (de red o embotellada, baja en sodio o de mineralización media) mientras sea segura para su ingesta. También recordó la importancia de promover el hábito de tomar un vaso de agua al levantarse mientras se prepara el desayuno, y otro antes de acostarse, incorporando ya de esta manera casi medio litro de agua pura.
Fuente: www.aadynd.org.ar