La lectura de etiquetas de información nutrimental de los alimentos procesados y empaquetados se empieza a constituir en un hábito para los consumidores
Tomar una decisión acertada en cuanto a los alimentos que consumimos en nuestra vida diaria requiere de información, es decir, entre más informados estemos sobre los productos que ingerimos, podremos hacer mejores elecciones para conformar una dieta correcta de acuerdo a nuestros requerimientos.
En el caso de los alimentos y bebidas no alcohólicas las etiquetas deben incluir datos de valores nutrimentales y detalles comparativos con los recomendados por las autoridades sanitarias, de esta manera los consumidores tendrán más elementos para realizar una óptima elección.
La existencia de una inscripción en el empaque del producto con estos datos proveen seguridad y calidad a la persona que los consume; sin embargo, deben cumplir con ciertos requisitos que se establecen en leyes, reglamentos y normas, en el ámbito local por las Secretarías de Economía y Salud, y otras dependencias competentes, y también por las establecidas por la OMS y FAO a nivel internacional.
De acuerdo con la norma oficial mexicana NOM 051-SCFI-1994 se establecen requisitos obligatorios y opcionales para el etiquetado de los productos. Entre los primeros están: nombre, lista de ingredientes, contenido neto y masa drenada; nombre y domicilio fiscal, país de origen, identificación del lote, fecha de caducidad, información nutrimental, declaración de propiedades nutrimentales, así como el cumplimiento de ciertas características en la presentación y leyendas precautorias.
Mientras que en las especificaciones opcionales aparecen fecha de consumo preferente, información nutrimental complementaria, instrucciones de uso e información adicional. La información nutrimental que se lee en las etiquetas de los productos envasados que consumimos incluye:
• Tamaño de la porción: Se indica el tamaño de la porción tanto en medidas caseras como en peso o volumen neto (gramos, mililitros, etc.) y la cantidad de alimento/porciones en el envase. Es importante observar la cantidad de porciones que contiene el producto para saber cuánto se va a consumir. La porción se establece por 100 gramos, por porción o por envase
• Total de calorías: Se obtiene de la suma de proteínas, grasas y carbohidratos que contiene el producto. Éstas se expresan en kilocalorías (kcal) o kilojoules (kj); las primeras son las más empleadas en México. Cuando se pretende bajar de peso es importante conocer la cantidad de calorías del producto.
• Vitaminas y Minerales: Por lo general se incluyen cuatro: A, C, hierro y calcio, aunque las empresas pueden enumerar más.
• Proteínas: De importante valor nutrimental. Un adulto debe consumir 75 grs al día aproximadamente
• Sodio: Se usa como conservador. La ingesta diaria recomendada es de 2400 mg al día
• Fibra dietética: Importante para el proceso digestivo. Se recomienda una ingesta diaria de 25 a 30 grs al día
Estos datos pueden variar si el producto es light, bajo en calorías, libre de calorías; libre de grasas, bajo en grasas o bajo en grasa saturada; libre de colesterol y bajo en colesterol.
Otra información valiosa es la que se refiere a los edulcorantes, uno de los aspectos dentro del tema nutricional que más interesan en los últimos años a los consumidores y fabricantes de alimentos y bebidas, por su aportación de energía.
Leer las inscripciones que portan los productos que contienen edulcorantes es necesario para verificar el porcentaje de energía que contienen y poder hacer la comparación con el IDA (Ingestión Diaria Máxima Aceptable), que es un índice de consumo aprobado por la FAO, la OMS, y la Secretaría de Salud, con el fin de evitar el consumo excesivo.
Como ya vemos, las etiquetas son valiosas herramientas a favor de nuestra salud, saber leer la información y utilizarla nos dará la posibilidad de hacer elecciones correctas y aplicarlas a nuestras necesidades alimenticias.