La ciencia demuestra que una óptima nutrición durante los primeros 1000 días de vida es fundamental para poder moldear el desarrollo sano y futuro de los bebés.
La etapa prenatal y los primeros tres años de vida constituyen un periodo crítico para el desarrollo cognitivo, del lenguaje y de las destrezas sociales y emocionales de las personas. Lo que sucede con un niño durante esta etapa es determinante para su bienestar presente y futuro: el 40 % de las habilidades mentales del adulto se forman en los tres primeros años de vida.
Los mayores cambios ocurren en el cerebro y se dan durante los primeros dos años de vida. Se trata del período de la vida en que el cerebro experimenta un crecimiento único: su tamaño se duplica y el número de sinapsis neuronales crece exponencialmente. Estas modificaciones constituyen un verdadero cimiento para la actividad cerebral. Al igual que una casa, todo lo que se pretenda construir estará determinado por la fortaleza y la extensión de dichos cimientos.
Al respecto, en el marco del evento "Mothers Day", evento apoyado por Nestlé, Tania Barta responsable de Comienzo Sano, Vida Sana de Nestlé Nutrición comentó que los primeros 1000 días de la vida de un bebé es un periodo clave para formar hábitos a largo plazo y moldear su salud futura.
En el evento se enfatizó que un bebé que recibe nutrición adecuada durante sus primeros 1,000 días de vida, es decir, desde el embarazo hasta los primeros 2 años de vida, podrá:
1. Recuperarse más fácil de enfermedades infantiles
2. Prevenir enfermedades futuras
3. Tener mejor capacidad de aprendizaje en la escuela
4. Alcanzar su máximo potencial.
Por esta razón Nestlé desarrolla el programa educativo "Comienzo Sano Vida Sana" que proporciona servicios de nutrición basados en ciencia a padres sobre la nutrición en los primeros "1000 días de vida".
Durante la conferencia Bienestar integral: Nutrición y Estimulación Mente-Corazón, se resaltó como el periodo de maternidad implican grandes cambios a nivel biológico, psicológico y social. Por lo que es necesario contar con información y apoyo emocional para poder tomar mejores decisiones logrando enfrentar estos cambios con mayor tranquilidad y bienestar como padres. Siendo siempre la prioridad el bienestar de mamá y bebé.
En ese sentido, se destacó que el vínculo con la mamá o el papá es lo más importante en la vida un niño. Es esa conexión que se construye entre el bebé y el adulto referente lo que hace toda la diferencia y potencia su desarrollo. Cuando el niño o niña recibe una buena crianza y este tipo de atención durante sus primeros años, tiene más posibilidades de crecer de una manera saludable, de desarrollar plenamente su capacidad de pensamiento, verbal, emocional y sus aptitudes sociales. A esta temprana edad se estructura la base de la personalidad del pequeño, las matrices afectivas, de aprendizaje, de inserción social y se genera gran parte de las condiciones personales para su futuro individual y social.
Por ello, como padres, institutos, medios, influenciadores, es de gran importancia promover una adecuada nutrición durante el embarazo (cubriendo los nutrimentos clave como Ácido Fólico y Hierro), promover la lactancia materna como el alimento ideal especialmente en los primeros 6 meses de vida e iniciar la correcta introducción de alimentos complementarios a la leche materna a los 6 meses de edad (en donde aseguremos alimentos ricos en hierro como el cereal infantil).