29 de Noviembre de 2024

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El rol de la proteína de soja en la nutrición infantil

Redacción THE FOOD TECH®

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La soja es un alimento esencial para el crecimiento a lo largo de toda la vida pero su aporte es fundamental en los primeros años. Su inclusión en la dieta de los niños garantiza una completa fuente de proteína, vitaminas y minerales. Además, ayuda a prevenir el sobrepeso y la obesidad infantil por tener un mayor efecto de saciedad que los carbohidratos.

En la vida del ser humano, la infancia es la etapa clave que requiere de una buena nutrición. Los cuerpos en crecimiento necesitan proteína y otros nutrientes para garantizar un óptimo desarrollo en su etapa adulta.

A lo largo del ciclo de vida es necesario modificar la cantidad de proteína, debido a que es el principal nutriente de reparación de tejidos y crecimiento en el cuerpo. La ingesta adecuada de proteínas es importante principalmente durante las etapas de rápido crecimiento (la infancia, la niñez y la adolescencia).Las proteínas están compuestas por 22 aminoácidos diferentes que pueden ser organizados de muchas maneras para crear miles de proteínas distintas. De tales aminoácidos, 9 son elementos alimenticios esenciales, es decir, que deben obtenerse a través de los alimentos. Los otros 13 se llaman “no esenciales” porque el cuerpo puede producirlos en base a otros nutrientes. Los seres humanos necesitan una fuente constante de proteínas para reparar las células dañadas. La cantidad de proteína que debemos consumir está, estrictamente, relacionada con la masa corporal de cada individuo. A medida que aumenta la edad, disminuye la cantidad necesaria de ingesta de proteína por kilogramo y por masa corporal; sin embargo, la altura y el peso del individuo continúan aumentando. Por lo tanto, es necesario seguir incrementando la energía y la proteína, no sólo para fomentar el crecimiento, sino también para garantizar el buen funcionamiento de las hormonas y otros componentes cruciales. La tabla a continuación, detalla la cantidad de proteína necesaria para sustentar el crecimiento y desarrollo a lo largo de la infancia (Fuente: Organización Mundial de la Salud).

En la dieta alimenticia se deben proporcionar cantidades suficientes de aminoácidos de un patrón adecuado para atender la demanda de síntesis proteica y otras cuestiones metabólicas relacionadas al crecimiento. Recientes investigaciones indican que las recomendaciones proteicas actuales no cumplen con las necesidades de ingesta saludable que requieren los niños en edad de crecimiento.

La proteína de soja es una proteína completa y de alta calidad

La incorporación de la soja en la alimentación de los niños brinda una excelente fuente de proteína completa de alta calidad, siendo ésta baja en grasas saturadas. Además de proporcionar la proteína necesaria, muchos alimentos fortificados a base de soja contienen también vitaminas y minerales, ofreciendo así una buena e importante fuente de nutrientes para los niños en crecimiento como, por ejemplo, el calcio, la vitamina D y la fibra. Numerosos estudios sobre el balance del nitrógeno han demostrado que, cuando es administrada en cantidades nutricionalmente adecuadas, la calidad de la proteína de soja puede ser comparada con la proteína de los huevos, los productos lácteos y otras proteínas de origen animal.

La calidad de la proteína tiene que ver con su biodisponibilidad y su evaluación es un medio para determinar la capacidad de las proteínas en los alimentos, para satisfacer las necesidades metabólicas de los aminoácidos y el nitrógeno del cuerpo. Recomendado en 1991 por la FAO y la OMS, el puntaje de aminoácidos corregido por digestibilidad de la proteína (PDCAAS, por sus siglas en inglés) es el método científico de evaluación de la calidad de la proteína. Según este método, el puntaje más alto posible es de 1,0. La proteína aislada de soja -como la de los productos lácteos y de huevos- puede llegar al puntaje PDCAAS más alto de 1,0.

La obesidad infantil: una gran preocupación

El sobrepeso y la obesidad son problemas mundiales. En las últimas tres décadas, el aumento del sobrepeso y la obesidad entre los niños, en el ámbito internacional, indica que la obesidad infantil es una “epidemia” mundial. De acuerdo con la OMS, hoy en día hay más personas que sufren de problemas relacionados con el sobrepeso que con malnutrición. El sobrepeso y la obesidad están aumentando en países de ingresos bajos y medios, particularmente en zonas urbanas. La obesidad infantil está vinculada con un alto riesgo de muerte prematura e invalidez en la edad adulta. Los cálculos actuales del sobrepeso y de obesidad infantil varían del 12% a más del 30% en países desarrollados y del 2% al 12% en países en vías de desarrollo. De acuerdo con la OMS, en América Latina un 6,9% (cerca de cuatro millones) de los niños en edad preescolar tiene sobrepeso.

Aunque el exceso de peso no es saludable para ninguna persona, es más preocupante en los niños ya que son ellos quienes sufren, además, de graves efectos adversos tanto físicos como mentales: aislamiento social, sedentarismo y disminución en el desempeño académico. Todos los esfuerzos para promover una buena salud ayudarán a reducir los riesgos de enfermedades crónicas relacionadas con la mala alimentación así como, también, las enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y el cáncer. Es más probable que los niños con sobrepeso se conviertan en adultos obesos, que aquellos que tienen peso normal. Se ha calculado que la probabilidad de que un niño obeso, a la edad de cuatro años, se mantenga así durante su vida adulta es de un 20% y aumenta un 80% en la etapa de la adolescencia.

Por lo tanto, la prevención del sobrepeso y de la obesidad en una edad temprana es esencial. En los adultos, el consumo de proteína de soja puede favorecer la absorción de lípidos, los niveles de la glucosa en la sangre, el metabolismo de los ácidos grasos y otros cambios fisiológicos vinculados con el exceso de peso. A pesar de que aún no se hayan llevado a cabo estudios en niños para examinar el efecto de restricción de energía en las dietas con proteína de soja, los hallazgos positivos en poblaciones adultas también indican posibles efectos benéficos en los niños. La inclusión de proteína de soja en la alimentación durante la infancia puede brindar beneficios en la lucha contra el sobrepeso y la obesidad en dicha población. Además, es importante recordar que está comprobado que el macronutriente que más produce saciedad es la proteína.

Asimismo, el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares es mayor entre los niños y adolescentes con sobrepeso, ya que el estilo de vida vinculado con factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares comienza en la infancia.

Frecuentemente la modificación en la alimentación es la primera opción para los tratamientos de hipercolesterolemia en niños. Incorporar alimentos a base de soja en sus dietas puede ser un método eficaz para mejorar los resultados de una dieta terapéutica y mantener una alimentación cardiosaludable. Investigaciones han demostrado que el reemplazo de algunas de las fuentes tradicionales de proteína por la proteína de soja en los almuerzos escolares, es eficaz en la mejora de la calidad nutricional de los almuerzos, particularmente al reducir las calorías y el contenido graso.

Como otras fuentes proteicas, la proteína de soja tiene mayor efecto de saciedad que los carbohidratos. Por lo tanto, los alimentos que contienen soja ayudan a los niños a mantenerse con una sensación de saciedad por más tiempo, en comparación con los alimentos que carecen de proteínas de alta calidad. De hecho, algunas investigaciones han demostrado que los estudiantes que consumían una comida con alto contenido proteico durante el almuerzo comían menos en la comida siguiente. Existe una gran variedad de productos a base de soja con un muy buen nivel de aceptación infantil como la leche de soja saborizada, mezclas de soja y carne, sustitutos de carne, yogurt a base de soja, cereales a base de soja y alimentos horneados con soja como waffles y panes. Agregar soja en cualquier comida o refrigerio no tiene que ser más difícil que elaborar platos convencionales, considerando la variedad y calidad de los alimentos de soja actualmente disponibles.

A pesar de que la elección de alimentos y el consumo de calorías son solamente una parte de la ecuación del sobrepeso/obesidad son, sin duda, reconocidos como factores muy importantes. Para los niños pequeños estos factores pueden ser modificados con relativa facilidad por los padres. En muchos casos de sobrepeso infantil es preferible reducir la ganancia de peso mientras el niño crece y “adquiere” su peso, que optar por un régimen restrictivo de pérdida de peso; especialmente como primera línea de tratamiento. Lograr tal desaceleración generalmente conlleva a la sustitución de alimentos y bebidas bajos en calorías, por homólogos con más calorías.

La soja puede ser sabrosa y nutritiva

Según la edad, las personas tienen preferencias alimenticias relativas al sabor, textura y aroma; y los niños no son la excepción. Aunque hay diferentes factores motivacionales en cada etapa de la niñez, sabemos que es característico en esta fase que los niños sean caprichosos al comer.

En las poblaciones occidentales la soja es un alimento que comúnmente no se suele ofrecer a los niños, es por eso que no están habituados a su sabor. En cambio, los países asiáticos están más acostumbrados a mayores niveles de soja. El consumo de soja es tradicional en la alimentación de los niños de estas regiones, especialmente en Asia del Norte y el Sureste Asiático (se estima que un 95% de los niños asiáticos consume alimentos a base de soja antes de cumplir 18 meses.) Hoy en día, en Occidente existen varios productos que se están incorporando en las dietas de los niños que son de excelente sabor y contienen una muy buena textura como por ejemplo, leches, quesos, salsamentaría, jugos, barras de cereal, cereales, entre otros.

Teniendo presente que la salud del niño es, en gran parte, determinante para su desarrollo debemos buscar, a través de la incorporación de alimentos saludables y estilos de vida más activos, alternativas para mejorar la calidad de vida de nuestras poblaciones. La proteína de soja por ser una proteína completa, baja en grasa y libre de colesterol y de lactosa se convierte en una excelente opción para lograr este objetivo.

Solicite referencias bibliográficas a [email protected]


Redacción THE FOOD TECH®

Equipo editorial de The Food Tech conformado por periodistas especializados en la industria de alimentos, tecnología, negocios, tendencias, nutrición y packaging.

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