Lanzaron proyecto que apunta a mejorar uno de los alimentos más consumidos por la población y combatir la obesidad a través de un producto nutricionalmente más rico.Implementar un modelo de negocios cuya propuesta de valor sea optimizar la calidad de las materias primas y los productos finales en toda su cadena productiva y comercial de trigo, harina y pan, es el objetivo del proyecto que cofinancia la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), del Ministerio de Agricultura, y ejecuta la Panificadora Egunsenty en la Región de La Araucanía.
La iniciativa surgió como respuesta a un estudio realizado en la región de alcance nacional y apoyado por la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA) en el que se concluyó la necesidad de implementar un modelo de negocios que articule la cadena, en torno a un sistema productivo y comercial con foco hacia la calidad.
Este se centra en capturar una oportunidad de mercado a través de la elaboración de panes ricos nutricionalmente y de menor precio para escuelas, apoyándose en los avances del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) en el desarrollo de trigos blancos de alto contenido de fibra y proteína.
Con este proyecto pretendemos mejorar uno de los alimentos más consumidos por la población nacional, especialmente de niños que reciben alimentación en jardines o colegios municipales, permitiéndoles acceder a un producto que contribuya a combatir la obesidad, mencionó Germán Goicochea, ejecutor de la iniciativa.
De acuerdo con el estudio Consumo aparente de principales alimentos en Chile, publicado por ODEPA en agosto de 2012, el consumo de pan en los chilenos ha sido, en promedio, de 85,6 kilos por persona al año entre 2001 y 2010 convirtiéndolo en el segundo mayor consumidor de pan del mundo después de Alemania.
Claudio Soler, ejecutivo de innovación de FIA, destaca en este proyecto la innovación implícita en el modelo de negocio donde participan los panaderos y productores primarios de trigo, que establecen una relación productiva y comercial liderada por una panadería regional que recoge directamente una necesidad del consumidor final, relacionada con disponer de un nuevo producto con un porcentaje de fibra dietaria conocido y que, efectivamente, dé cuenta de un producto integral, pero con una harina blanca que lo hace más atractivo, especialmente, para el consumo de los niños.
Agrega que este pan al tener más fibra, apunta directamente a una alimentación más saludable, contribuyendo a reducir la obesidad. Tal vez por primera vez en el rubro, una demanda final informada va a estar determinando el tipo, calidad y disponibilidad de la materia prima generada a nivel nacional.
Fuente: Fundación para la Innovación Agraria (FIA).