El proyecto europeo GYMSEN creó una herramienta de formación para mejorar la capacidad sensorial y el estado nutricional de las personas de la tercera edad.El proyecto, en el que participa AINIA, tiene como objetivo la conservación de las capacidades sensoriales de las personas mayores, especialmente de los sentidos del gusto y el olfato, así como el mantenimiento de su capacidad cognitiva, con el fin de prevenir y/o retardar su deterioro funcional y cognitivo.
Esta herramienta propone diferentes actividades, en función del perfil de cada participante en el proyecto, para ejercitar las capacidades sensoriales en la tercera edad y frenar la degeneración de los sentidos del gusto y el olfato asociados a la falta de apetito en el envejecimiento.
Para mantener en forma la capacidad de percepción sensorial de las personas mayores y mejorar su bienestar y calidad de vida, se realizaron cuestionarios a más de un centenar de mayores con cuatro perfiles diferentes y edades comprendidas entre los 50 y los 95 años, teniendo en cuenta su estado de salud, nivel de actividad y de dependencia.
Previamente, y dependiendo de cada caso concreto, sus profesores, terapeutas o cuidadores llevaron a cabo un curso con el que han adquirido el conocimiento sobre el manejo de las herramientas, que les está permitiendo evaluar con mayor eficacia los resultados de las actividades sensoriales realizadas con las personas mayores.
En concreto, en España estos ejercicios se realizaron con un grupo de personas mayores sanas y activas. En la República Checa, el proyecto se centró en un grupo de personas sanas, pero con una intensidad de actividad más baja, mientras que en Grecia fue con enfermos de Alzheimer y en Italia personas de la tercera edad ingresadas en centros o residencias.
Durante periodos de tiempo de 9 a 11 semanas, los mayores seleccionados para la realización de este proyecto estuvieron expuestos a diferentes estímulos de sus capacidades sensoriales con distintos niveles de dificultad para conocer: su nivel de identificación y reconocimiento de olores, sabores y aromas; descripción de olores y aromas; juegos de memoria olfativa y gustativa. Además, también se realiza la descripción de recuerdos tras oler, saborear y manipular distintos alimentos.
El envejecimiento viene acompañado de cambios psicológicos y fisiológicos que conducen a una merma o pérdida de los sentidos. Los expertos estiman que cerca del 90% de los pacientes mayores de 80 años presenta alteraciones del apetito asociadas a la disminución de sus necesidades físicas y a que perciben los sabores y olores de forma distinta.
Esa disminución de las capacidades sensoriales que permiten distinguir las características organolépticas de los alimentos, eleva el riesgo de malnutrición y de carencias nutritivas, y puede provocar consecuencias en la tercera edad como la pérdida de apetito (hiporexia), infecciones u otras alteraciones con graves consecuencias para la salud.
AINIA centro tecnológico, a través de Consumolab, centro de estudios del comportamiento del consumidor, participa activamente en todas las etapas del proyecto GYMSEN, y concretamente en la evaluación de las necesidades de los distintos perfiles de personas mayores, la creación de los materiales del curso para la realización de la gimnasia sensorial y la formación a profesionales y familiares de personas en la tercera edad para la impartición de los cursos.
Fuente: Ainia Centro Tecnológico / www.ainia.es