En el marco de la Jornada Proteínas 2030: diseñando nuevos alimentos sostenibles celebrada en AINIA, destacó la demanda de nuevas fuentes de proteínas de origen vegetal, como las obtenidas a partir de semillas, levaduras, algas o insectos.Actualmente la principal fuente de proteínas es de origen animal, por lo que un aumento en la demanda en los próximos 20 años supondría un crecimiento del 40% en el consumo de productos cárnicos.
Esta mayor demanda plantea la necesidad de asegurar la sostenibilidad de la cadena alimentaria, con procesos más eficientes e identificando nuevas fuentes proteicas para el desarrollo de una economía más competitiva, sostenible e integradora (estrategia europea 2030). Por ello, es necesario innovar en la búsqueda nuevas fuentes de proteína alternativas.
El desafío de la sostenibilidad y la mayor concientización en la población europea, especialmente de las generaciones más jóvenes, tanto por lo sostenible, como por lo saludable y convenience, y, por extensión, el bienestar, la salud y la calidad de vida.
Estos elementos configuran un contexto que explica la demanda de mercado, el impulso regulatorio y la tendencia creciente de innovación y desarrollo nuevas fuentes de proteínas.
Según el informe Mintel presentado en la Jornada Proteínas 2030: diseñando nuevos alimentos sostenibles celebrada en AINIA, el 32% de los consumidores de leche italianos han reducido su consumo diario.
En tanto, el 60% de los alemanes apuestan mínimo un día a la semana por sustituir la proteína animal por la vegetal. Y en Irlanda del Norte el 33% prefieren las proteínas vegetales provenientes de legumbres a los productos cárnicos.
Cada vez más los consumidores apuestan por un estilo de vida más saludable, muestra de ello es la apuesta por las dietas veganas y vegetarianas, principalmente entre los más jóvenes, pero flexivegana para el resto de rasgos de edad.
Todo ello unido a la mayor concientización de los consumidores por el bienestar animal y medioambiental. Como consecuencia, aumenta la demanda de productos elaborados a partir de ingredientes vegetales.
Según Mintel, atendiendo a los hábitos de consumo por rangos de edad, en España el rango de edad que más apuesta por los alimentos con proteína vegetal son los millennials.
En los últimos años en Europa, la industria alimentaria ha incrementado el lanzamiento de nuevos productos con proteínas de origen vegetal. Se ha pasado del 8% del periodo 2013-2014 al 11% en el periodo 2017-2018. Esta tendencia se ve reflejada en distintas categorías de producto: snacks, procesados de carne, pescado o huevos y lácteos.
Ejemplos de ello son hamburguesas veganas elaboradas con proteína de soja y trigo; los análogos cárnicos presentados en la jornada por la empresa valenciana Ecoiberope; o los preparados para bebidas energéticas elaborados con harinas de guisante, calabaza y cáñamo, como las presentadas por Biogran.
También las barritas energéticas elaboradas por Delaviuda con harinas de quinoa, chia, arroz, guisante y soja son un ejemplo que se pudo ver en la jornada #Proteínas2030.
En ese sentido, la industria alimentaria está lanzando productos dirigidos a quienes apuestan por llevas una dieta flexivegetariana. Un ejemplo que podemos encontrar en los lineales de Reino Unido es una salchicha ahumada elaborada con carne de cerdo, coliflor y garbanzos. Una fuente de proteína y fibra que reduce su contenido en carne de cerdo al 55%.
En Irlanda, los consumidores flexivegetarianos también pueden optar por hamburguesas de ternera y setas con harina de guisantes. Y en el mercado de Reino Unido es posible encontrar salchichas de ternera con legumbres. Un producto alto en proteína y fuente de fibra.
Las nuevas fuentes de proteínas jugarán un papel fundamental en el diseño de nuevos productos de cara a los próximos años, como puede ser la proteína de guisante o semillas.
En Alemania es posible encontrar hamburguesas vegetales elaboradas con semillas, trigo y proteína de guisantes donde también se incluye semillas de girasol, de lino y de amapola.
Las semillas de calabaza y las harinas de cáñamo son otras fuentes de proteína en alza. En Estados Unidos, los consumidores tienen a su disposición un batido con proteína de leguminosas, cáñamo y calabaza.
En la jornada, DACSA presentó su línea de productos de panadería elaborados a partir de harina de leguminosa. Por su parte, Grupo La Caña apuesta por la innovación de sus transformados vegetales mediante un enriquecimiento con algas que aumentan su valor nutricional.
Los insectos también son una fuente de proteína alternativa, la empresa alicantina Insectfit lanzó al mercado unas barritas proteínicas elaboradas con harina de insecto que contiene Omega-3 y Omega-6, además los 9 aminoácidos esenciales necesarios para un buen funcionamiento y recuperación muscular.
En China, la empresa Real Nutriceutical Shun lanzó unas bebidas nutricionales con gusanos de seda, un aspecto que no se comunicaba abiertamente al consumidor en el envase. Hasta la fecha, los gusanos de seda son algunos de los tipos de insectos que se han empleado en el lanzamiento de nuevos productos ricos en proteínas.
La innovación en nuevos productos debe saber conjugar productos naturales y nuevas fuentes de proteínas. Para ejemplificar esta casuística, citar una bebida de coco sin gluten, ni lácteos, ni azúcares añadidos y sin cualquier otro ingredientes artificial. Está únicamente elaborada con ingredientes naturales ricos en proteínas.
Fuente: AINIA Centro Tecnológico