El Congreso Nacional argentino evalúa un proyecto para la eliminación de las bolsas plásticas que contempla su aplicación a partir de los 4 años de aprobada la ley, por lo que, si se trata este año, entraría en vigencia en 2013.
El proyecto es similar a la ley que a partir de octubre regirá para los supermercados, autoservicios, almacenes y comercios de la provincia de Buenos Aires que indica que no podrán entregar a sus clientes bolsas de polietileno. Esa ley estipula incluir al resto de los negocios minoristas a partir de 2010.
Otras provincias que ya reglamentan el uso de las bolsas plásticas son Mendoza y Chubut. A ellas se suman los municipios de Santa Cruz y El Bolsón. Por su parte San Luis recientemente envió un proyecto de ley a Legislatura provincial para eliminar el uso de bolsas plásticas no biodegradables.
Por su parte, las cadena de supermercados Cencosud se sumaron a la propuesta de disminuir el uso de bolsas plásticas a través de campañas de concientización y poniendo a disposición de los clientes bolsas de tela a bajo precio.
El debate
La efectividad de la sustitución de bolsas plásticas no biodregradables por otras más amigables con el medioambiente está en debate. “Los plásticos biodegradables sólo se degradan en condiciones de compostaje (humedad, aireación, microorganismos). Es inútil usar materiales biodegradables si luego de la recolección los residuos son depositados en rellenos sanitarios”, indicaron desde Plastivida Argentina, institución que investiga sobre plásticos y medio ambiente, ante la consulta del diario Clarín.
Desde Greenpeace indican que este tipo de normas son soluciones parciales al tema de la basura, que “requiere una gestión integral”.
Datos del estudio de la consultora británica Boustead Consulting
En relación al papel, las bolsas plásticas consumen 17 veces menos de agua dulce en su producción y emiten la mitad de gases de efecto invernadero. Respecto a las bolsas biodegradables, las utilizadas actualmente emiten 4,5 veces menos de ese tipo de gases.
Las bolsas no degradables también consumen 36% menos de combustible fósil que las de papel y 64% menos que las biodegradables.