Para el sector alimentos es prioritaria la construcción de una industria segura. Pero esto va más allá, pues se adentra en la necesidad de promover una producción y consumo sostenibles. De este modo, las empresas se proponen, entre otras medidas, contribuir al desarrollo de un abastecimiento sostenible de materias primas.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), para el 2050 se calcula que seremos más de 9 mil millones de personas las que habitemos la Tierra. Si este dato se vuelve realidad, entonces necesitaremos producir un 60% más de alimentos.
"Entendemos el concepto de sustentabilidad como sustentable, es decir, es algo que por sí solo se sostenga, se mantenga, pero si lo aplicamos en que cómo se ve ahora por el entorno, sustentabilidad es el equilibrio del uso de los recursos naturales con los requerimientos del ser humano", acota Javier Ysunza, Director Senior de Abastecimiento para Kellogg Latinoamérica.
"Entonces el término implica que todo lo que se haga en el proceso debe ser en beneficio de los recursos que tenemos y que éstos se puedan mantener de la misma forma en que se recibieron, háblese del agua, medio ambiente, contaminación o aire", agrega.
Y añade: La sustentabilidad es un concepto que se ha adaptado o comienza a hacerse, pues hoy el consumidor es más consciente, por eso puede considerarse como un tema del consumidor y de los valores de cada persona. Podemos observar el deterioro de los recursos naturales por muchos factores climáticos, entonces al generarse un impacto tienen que haber respuestas y acciones para evitarlo y no continúe este daño.
En este sentido, el consumidor está marcando la pauta pidiéndole a las empresas que lleven a cabo prácticas sustentables y, por consiguiente, viene la conciencia de las mismas para buscar procesos que no dañen al medio ambiente.
El desarrollo sustentable no sólo abarca el concepto amplio de desarrollo respetuoso con el medio ambiente sino también se centra en el desarrollo socialmente justo:
- Su dimensión social, económica y ambiental puede englobarse en lo que podríamos describir como recursos suficientes para todos.
- Esto es, la sostenibilidad desde la producción del producto, su transporte hasta la forma de venderlo, así como los beneficios que conlleva ante el medio ambiente o la aplicación de nuevos métodos de innovación sostenibles.
Sin duda, la sustentabilidad debe estar presente en los procesos de producción, con métricas para hacer uso adecuado de los recursos. Esto debe iniciar en el cultivo y después en la planta de producción con el cuidado del agua, energía eléctrica, el desperdicio, la huella de carbono, entre otros.
Las buenas prácticas deben llevarse a cabo de principio a fin, en toda la cadena de producción. El resultado serán alimentos y/o productos hechos con ingredientes sustentables, señala el directivo.
Materias primas sustentables
Según el Reporte de Responsabilidad Corporativa de Kellogg (2016-2017): "Nutriendo a las familias para que puedan crecer y prosperar", proporcionar alimentos inocuos y de alta calidad es una de las maneras para ganar la confianza de millones de personas en todo el mundo. Para ello, es preciso contar con sistemas integrales y de mejora continua.
El documento también hace referencia a que el compromiso es ayudar a conservar los recursos naturales (la tierra, productos agrícolas), reducir el uso de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero, disminuyendo el agua que se consume. Además, de reducir los residuos que se generan, la pérdida y el desperdicio de alimentos, así como incrementar el uso de empaques provenientes de recursos obtenidos de forma eficiente.
Afortunadamente cultivar granos representa un uso más eficiente del agua y de la tierra que otros alimentos como la carne. Pero siempre hay espacio para mejoras, por lo cual el reto es trabajar con productores en pro de un medio ambiente sustentable, y pedirles que sigan buenas prácticas agrícolas para ayudar a cuidar el medio ambiente.
En ese sentido, ¿cómo mejorar la producción y hacerla sustentable? "Dependemos de los recursos naturales que nos brinda el planeta. Sin ellos, no tendríamos comida que entregar en la mesa de los consumidores. El desafío es social y medioambiental, por ello los compromisos que tenemos son suministrar los ingredientes de forma responsable, pero también apoyar a los agricultores a nivel mundial", declara Ysunza.
De acuerdo con el ejecutivo, el primer eslabón es la búsqueda de la materia prima. En el caso del cereal, se están buscando maneras de preservar los recursos naturales en su proceso de producción. El maíz es el cultivo de mayor área sembrada y cosechada del mundo. Además, es el más producido y consumido. Esto convierte al maíz como materia prima, los productos de su transformación, la tecnología para la producción del cereal y sus derivados en elemento central.
México se ubica como uno de los mercados más importantes. Bajo esta premisa y la necesidad de 100,000 toneladas de maíz amarillo al año, se creó una alianza estratégica* para ayudar a que los pequeños y medianos productores agrícolas de México siembren y cultiven maíz amarillo.
"Con el uso de semillas que sean más eficientes, de los recursos (particularmente del agua), de pesticidas naturales que no impacten el medio ambiente, que dejen la tierra con los minerales y todo el balance necesario para poder volver a sembrar y que no se convierta en una tierra que después de 10 años sea inservible o a la que se le deba invertir mucho para volver a inyectarle los minerales y demás nutrientes que necesitan", refiere el Director Senior de Abastecimiento para Kellogg Latinoamérica.
Haciendo un mañana mejor
Conforme al reporte de RC de Kelloggs, el hambre es un problema global, que afecta a poco más de una de cada nueve personas en el mundo. ¿Qué se necesitaría para ayudar a alimentarlos? Para ayudar a atender este problema, diversas dependencias y empresas han trabajado e impulsado programas**.
Al concentrar esfuerzos y recursos en una sola prioridad, combatir el hambre y alimentar el potencial, se puede hacer una gran diferencia. Esto va en línea con la Meta #5 de Desarrollo Sustentable de las Naciones Unidas: Igualdad de Género, y la Meta #2, Hambre Cero.
En un mundo donde hay más gente y los recursos naturales cada vez son más limitados, se está trabajando arduamente para asegurar que haya suficiente comida para todos. Se está luchando contra el hambre todos los días, y se está alimentando el potencial de las personas que están creando soluciones para estos desafíos para las generaciones venideras.
Tenemos por un lado un desperdicio de alimento enorme y, por el otro, a personas en una carencia alimentaria. Según datos arrojados en 2016 por el titular de Unidad de Vinculación de la Secretaría de Salud, durante el foro Frente parlamentario contra el hambre, aproximadamente 500 personas mueren al año de hambre y desnutrición en México. Si se quiere ser un país próspero y digno se tienen que tomar acciones eficientes.
"La pobreza genera daños al medio ambiente, inseguridad y resentimiento social que nos afecta a todos. Los bancos de alimentos son una iniciativa sin fines de lucro y de la sociedad civil, opera con las cuotas de recuperación y con los recursos que generan los mismos bancos o sus patronatos. Esta idea nace para que fuera un continuo en el tiempo", explica la Ing. Esther Escárzaga, Procuradora de Banco de Alimentos de México.
"En ese camino, también se trabaja para potenciar e incentivar propuestas que sean sustentables en el tiempo para el rescate de frutas y verduras desde centros concentradores y zonas de producción. El objetivo es ofrecer un recurso*** para incrementar el consumo de frutas y verduras en las familias, y esto también va en función de brindar un balance nutritivo y saludable para la población", asegura la procuradora.
"La inseguridad y carencia alimentaria se da por falta de conocimiento, de voluntades y capacidad económica. No es que las personas no quieran adquirir el alimento, más bien no lo han podido comprar porque no han tenido la capacitación para generar los recursos. Por esta razón, los bancos de alimentos se centran en garantizar lo prioritario: la comida, y de esta manera avanzar en la seguridad alimentaria", finaliza Esther Escárzaga.
En el siguiente video, Javier Ysunza y Esther Escárzaga, nos explican cómo entender el concepto de sustentabilidad y qué acciones ha tomado la industria de alimentos para alcanzar un desarrollo sustentable en México:
* Hace referencia a la alianza estratégica que realizó Kelloggs en 2017 con dos de las organizaciones en pro de la agricultura más importantes de México: el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y Servicios Agropecuarios de la Costa (SACSA) para llevar a cabo el proyecto Apoyo al abastecimiento responsable y agricultura sustentable de maíz en México, para trabajar con pequeños y medianos productores del Estado de Sinaloa. Esto significa brindar asesoría técnico científica para que la producción de sus tierras crezca de la mano de sus ingresos; y finalmente el campo le brinde mayor potencial al agricultor, al hacer uso eficiente de los recursos naturales y de productos que disminuyan enfermedades y plagas.
** Hace referencia al programa Desayunos para Mejores Días® que lanzó Kelloggs en 2013, cuyo objetivo es compartir el poder del desayuno para que millones de niños y familias que lo necesitan inicien su día con energía, así como donar sus cereales y snacks a Bancos de Alimentos.
*** Hace referencia al programa de Kellogg y Banco de Alimentos de México para el rescate agrícola de frutas y verduras, y la promoción de su consumo entre la población.
Referencias bibliográficas:
1. Hablando con Kellogg's. Nutrir al planeta como él nos nutre a nosotros. Disponible en:
2. Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. "Estado de la Inseguridad Alimentaria en el Mundo 2015 (SOFI 2015 por sus siglas en inglés)", FAO 2015
3. Hablando con Kelloggs. El comienzo de un día más brillante. Disponible en:
https://www.hablandoconkelloggs.com/es_MX/content/ayudando/desayuno-dias-mejores.html
Autor: Griselda Vega, Editora General de Contenidos de Énfasis Alimentación.
Crédito foto: Kelloggs