El abordaje del diseño de empaques para niños no sólo presenta variados desafíos, sino que plantea al equipo de diseño interrogantes y retos que pasan por diferentes vectores: comunicacionales, culturales y pedagógicos.
Si consideráramos el diseño de empaques para niños como un rompecabezas, cada pieza deberá ser portadora de diferentes valores y características, con equivalente grado de importancia. Al final del juego las piezas deben encajar en un todo armónico y atractivo para los diversos receptores, pequeños y adultos.
Pieza 1: Lo cromático, estímulos visuales
El color es un factor determinante en los mensajes, pues provoca sensaciones y emociones que condicionan el modo en que son interpretados. Los colores primarios impactan directamente a los niños pequeños, especialmente los tonos vivos y brillantes son los que mejor captan su atención, favorecen su concentración, su creatividad y su desarrollo intelectual, a la vez que estimulan sus reflejos. A medida que los niños crecen, la predilección por la paleta cromática va cambiando, cada vez más influenciada por las pautas culturales que rigen en su entorno. Los medios de comunicación tienen una poderosa influencia en ellos. Los colores asociados a los personajes en boga influyen en el cambiante gusto infantil. Es importante para los diseñadores equilibrar la toma de decisiones de color, entre aquellos estímulos que promueven su desarrollo psicomotriz y los que resultan de la valoración cultural cromática del momento.
Pieza 2: Lo volumétrico, estímulos táctiles.
Los niños pequeños aprenden acerca del mundo a través del tacto. Cuando exploran su entorno, están utilizando este sentido para conocer acerca de las texturas, tamaños y formas. A medida que el niño va creciendo y el tacto se desarrolla, es muy importante que comience a procesar y relacionar la información que le proporciona la experiencia. Este es el momento de posibilitarle apreciar distintas texturas y formas. Cuando en Tridimage diseñamos volumétricamente empaques para niños, pensamos en las proporciones de sus manos, su óptimo agarre, manipulación y seguridad. Nos proponemos, mediante la creación de formas, estimularlos en su motricidad fina. Es así que diseñamos formatos y texturas adecuados a sus intereses y necesidades. Propendemos favorecer su evolución de manera inconsciente y a través del juego, y lanzamos al mercado productos innovadores que trascienden su utilidad primaria. Un empaque bien diseñado, con premisas correctas enfocadas en la utilización por parte de los niños, es un estímulo positivo para captar la atención de los padres y un atractivo para los pequeños, que se complacen en convertir objetos cotidianos en sus juguetes predilectos.
Pieza 3: Lo apetitoso
Lo visualmente apetitoso impacta los sentidos, provocando sensaciones placenteras, atracción y deseos de comer o beber. La apetitosidad es un intangible que puede ser comunicada gráficamente mediante recursos que exalten sus características organolépticas: formas, colores, brillos, texturas. El saber popular dice que “la comida entra por los ojos”. La vista predispone y estimula a los demás sentidos como el olfato y el gusto. Las ilustraciones y fotografías en situaciones de consumo o con enfoques atractivos, captan la atención de los niños y despiertan su deseo, promoviendo la acción de comer y beber como algo cotidiano y placentero. Es imperativo que los creativos del diseño de empaques nos involucremos también en preservar de manera consciente la salud y bienestar de los niños. Tenemos la oportunidad de jugar un papel significativo colaborando en ayudarlos a decidirse por alimentos sanos.
Pieza 4: Lo saludable
La tendencia referida a elaboración de alimentos está cambiando hacia instancias saludables. Como resultado del incremento de la tasa de obesidad entre niños y adultos hay una predisposición a seleccionar cuidadosamente los alimentos que se ingieren. El diseño de empaques para niños debe considerar la comunicación de las bondades nutricionales de los alimentos con diferentes planos de lectura y hacia diferentes receptores. El plano emocional (impacto) y el plano racional (información) deben convivir armoniosamente a fin de satisfacer las necesidades de los adultos cuando seleccionan un alimento para sus niños y, a la vez, responder a las demandas lúdicas y de placer de los pequeños.
Pieza 5: Las porciones
Aunque los adultos insistimos para que los pequeños se alimenten saludablemente, es sabido que a los niños les agradan las golosinas y las botanas no tan saludables. Uno de los modos de controlar su consumo es a través de las porciones. Presentar al alimento en porciones calculadas para las necesidades nutricionales de cada edad presenta varias ventajas. Facilita su consumo “on the go”, siendo un auxiliar práctico para la alimentación los niños que poseen actividades fuera de su hogar; asegura que el tamaño esté adecuado para su ubicación en la lonchera o su mochila; optimiza lo que consume y por consiguiente minimiza el desperdicio. Es prioritario comunicar esas particularidades de manera clara y directa, de modo que facilite su interpretación tanto para los adultos que deben escoger esos alimentos, como para los pequeños que los consumen de manera fácil, placentera y divertida.
Pieza 6: Los personajes
Los adultos hemos contado, siendo infantes, con personajes paradigmáticos que fueron nuestros preferidos. El personaje convive con nosotros y está presente en todo momento y lugar. En el packaging, los personajes tienen un sitio de privilegio y los niños se sienten atraídos por ellos. Un alimento o bebida encarnados por el personaje del momento se convierten en objetos de deseo. Un personaje que represente el alma del producto, es un patrimonio que supervive a varias generaciones. El personaje deviene en un ser vivo que evoluciona, se adapta y adopta los códigos culturales vigentes. Se convierte en el vector de valores que impregnan a la marca a la que representa.
Pieza 7: Lo sustentable
La sustentabilidad es considerada como tal cuando satisface nuestras necesidades presentes sin comprometer la capacidad y las propias necesidades de las generaciones futuras. Se trata de mirar al futuro e imaginar el impacto que tendrá una decisión u acción tomada hoy. Y es en el plano de la niñez donde la definición cobra vital importancia. Ellos son quienes mejor pueden comprender esta necesidad, siendo que sus mentes están ávidas de conocimiento. A través del diseño, pueden potenciarse la comunicación de acciones sustentables que lleven a la reutilización de un empaque. Descubrir por medio de sus formas un objeto lúdico que alimente la creatividad del niño y que otorgue un nuevo uso al producto. Facilitar gracias a estímulos visuales la interpretación de íconos que enseñen a reciclar, cuidando el planeta. Lograr en ellos una educación enfocada hacia lo sustentable puede provocar acciones positivas, teniendo en cuenta al diseño como unos de los principales factores de cambio.
Tres casos de estudio: cuando el diseño entretiene
Cactus Cross
Cuando Embotelladora Cactus nos propuso diseñar la botella y etiquetas para la línea de bebidas isotónicas para niños Cross, nos comentó, entre otras premisas: "Queremos que este empaque sea como el auto pequeño con el que los niños juegan imitando a sus padres". En Tridimage trabajamos en el diseño estructural de su botella PET inspirados en el mundo del deporte, sus rasgos y códigos. Está diseñada con proporciones que se adaptan a la antropometría infantil, con texturas que invitan a ser exploradas, minimizando a la vez el gramaje de plástico utilizado. El diseño gráfico se aplicó sobre una etiqueta termoencogible partial body. La marca Cross presenta rasgos personales y dinámicos, muy claros de decodificar. Los personajes, que creamos en Tridimage, representan el imaginario del pequeño deportista, disfrutando de diferentes actividades, una para cada sabor. Utilizamos colores impactantes y variados a lo largo de toda la línea.
Disney / Santa María
En general las marcas de los alimentos para celíacos estaban tradicionalmente asociadas, desde el punto de vista de su imagen, a productos medicinales. Santa María, de la mano de Tridimage, fue la primera marca de productos para celíacos que se apropió sin complejos de todos los rasgos de elegancia y buen diseño que un producto de calidad merece poseer. Santa María se atrevió a quitarse los prejuicios y posicionar a sus alimentos como apetitosos y saludables. Es así que, libre de ataduras, presentó sus productos con licencia Disney. Crear utilizando los conocidos personajes Disney es un placer que nos retrotrae a nuestros felices días de la infancia. Para Tridimage diseñar los empaques fue un juego-trabajo. Mickey Mouse, Winnie The Pooh, Cenicienta, Blanca Nieves, colaboraron con nosotros para cautivar a miles de niños. Tridimage apostó a que los saludables alimentos Santa María, también fueran atractivos; que sus empaques los conquisten y les diviertan. Los recursos gráficos utilizados los dotan de realce e impacto visual. Los dorsos poseen juegos, rompecabezas o postales coleccionables, a fin de inducir a los pequeños a la reutilización de los empaques de manera didáctica. Cada modelo poseía diferentes características y nivel de desafío. Puestos en los anaqueles lucían como una explosión de color, lo que los convirtió rápidamente en un éxito de ventas.
Cactus Nano
El agua es el elemento esencial de la vida y, para los seres en formación, es indispensable. Cuando en Tridimage creamos la imagen 3D de empaque para Cactus Nano, un agua saludable y fortificada, buscamos cautivar a los niños con un empaque cuyo diseño estructural y gráfico se encuentre en el universo de sus intereses y también en el de sus padres. Creamos una pequeña botella PET de 300ml, con un shape suave y delicado, que se angosta en su cintura para facilitar su firme agarre. Está totalmente cubierto por una etiqueta termoencogible full body que muestra a una niña y a un niño divirtiéndose en una montaña rusa. El logotipo es divertido y simple a la vez, reforzando el aspecto lúdico y el dinamismo comunicado en la estética general del pack. En Tridimage, seleccionamos para su definición final, colores vibrantes que captaran la atención de los pequeños consumidores. Definimos la ubicación de la leyenda de sus vitaminas adicionadas, de tal modo que les asegure a los adultos la clara identificación de los nutrientes. Logramos así brindar felicidad a los niños y tranquilidad a sus padres.
Conclusión
Diseñar empaques orientados a los niños, como se ha visto, no es un juego de niños. El diseño de empaque debe manejarse equilibradamente entre la seducción y la información, lo lúdico y lo didáctico. Como se ha expresado, los empaques para este target tienen dos receptores bien diferenciados: adultos y niños. Definir cuál es la línea de trabajo que mejor expresa el delicado balance entre esos dos mundos es una tarea de gran responsabilidad. Los diseñadores debemos informarnos a fin de contar con conocimientos de ambos mundos: sociológicos y psicológicos, necesidades particulares, códigos vigentes, temas de ergonomía, seguridad y respeto al medio ambiente, entre otros. Para concluir, cuando encaramos el diseño de empaques para niños, nos comprometemos definitivamente con el bienestar de los pequeños consumidores.