Técnicos del INTA desarrollaron un prototipo que detecta el nivel de proteína, grasa y almidón presente en los granos de trigo, cebada, soja y maíz.Esta herramienta facilita la aplicación de diferentes estrategias de manejo para mejorar la calidad de los granos y la diferenciación de la producción a campo, dos factores que promueven el agregado de valor en origen, aseguró Andrés Méndez, especialista en agricultura de precisión del INTA Manfredi Córdoba.
El técnico resaltó la importancia que le significa al productor el hecho de conocer anticipadamente la calidad de la producción. En el caso de la soja, es fundamental conocer los valores de proteína y de aceite que tienen los granos antes de ser enviados a la extrusora, ya que eso evita elaborar un producto que no alcanza el estándar deseado, explicó.
Asimismo, Méndez recomendó la segregación de los granos para lograr una industrialización diferencial del trigo y de la cebada y sugirió la adopción de este tipo de tecnologías. Este sensor permite armar un mapa de calidad de los granos que, al igual que el mapa de rendimiento, genera información georreferenciada para el manejo eficiente del sistema productivo, observó.
El prototipo, fabricado por la empresa TecnoCientífica, se encuentra en evaluación y sujeto a diferentes pruebas de laboratorio y a campo. De acuerdo con Méndez, los resultados preliminares indican una consistencia en los datos, los cuales superan a los de otras experiencias que emplearon dispositivos provenientes de Estados Unidos. Esto significa un aporte a la trazabilidad de los granos y a la certificación de los procesos de producción primaria, aseguró.
El prototipo, denominado NIR-Crop Analyzer, cuenta con una cámara de medición, donde se ubica una lámpara que escanea los granos y calcula la emisión de energía. Esa energía es comparada con los espectros precargados en el sistema de medición del dispositivo y, luego, traducida a los porcentajes de proteína, humedad, grasa y almidón, especificó Méndez.
De igual manera, destacó el funcionamiento del sistema de escaneo, debido a que maximiza la representatividad de datos al acumular un gran volumen de información espectral.
La cámara de medición se coloca en la cosechadora y toma muestras de 300 gramos de grano entre cada 10 y 15 segundos, lo que equivale a tener un dato georreferenciado entre cada 20 y 30 metros. La muestra es seleccionada por gravedad del flujo de granos de la noria y, tras ser analizada, regresa al mismo sistema.
Finalmente, el resultado del análisis queda almacenado en un monitor instalado en la cabina de la cosechadora y la información puede descargarse fácilmente a través de cualquier dispositivo con puerto USB, concluyó.
Fuente: www.intainforma.inta.gov.ar