La botella se autodestruye en menos de una semana desde que queda vacía.
El diseñador de productos islandés, Ari Jónsson, ha creado una botella de agua que podría resolver el problema medioambiental con el plástico convencional, ya que su invento es totalmente biodegradable. Construida a base de Agar y agua, la botella de Ari se autodestruye en menos de una semana desde que queda vacía.
El agar es una gelatina creada a base de polvo de alga. Es incoloro e insipido, y es frecuentemente añadido a nuestros alimentos como gelificante.
Para obtener su forma, Ari ha ideado un sistema por el que calienta una mezcla de agar y agua para enfriarla en hielo rápidamente.
Gracias a este cambio de temperatura, el agar se vuelve duro y puede adoptar diferentes formas. Mientras el producto permanece hidratado por contacto con agua o líquido, las moléculas de agar conservan su forma.
Pero si el agua se acaba y la botella no es rellenada, comienza a marchitarse y secarse. Tras un par de semanas, la botella puede machacarse y hacerse polvo de agar. Una sustancia que puede reutilizarse, usarse como abono o incluso comerse.
Fuente: inhabitat.com