Señalaron que aunque Brasil es el primer exportador mundial de carne de pollo, los costos logísticos han frenado la proveeduría al mercado mexicano.Brasil se destaca por ser el primer exportador mundial de carne de pollo, llevando a México a abrir un cupo para importar 300 mil toneladas de dicho producto. Por lo que fueron autorizadas tres plantas de producción en Brasil para exportar al país azteca, al ser cumplidos los requisitos sanitarios.
Sin embargo, los costos logísticos han frenado la proveeduría de los granjeros brasileños a México. "Fuentes industriales anticipan que Brasil sólo podrá llenar una pequeña parte del cupo, debido a que los costos logísticos y de transporte serán prohibitivos para llenar la utilización de las 300,000 toneladas libres de aranceles", según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés).
En el primer semestre del 2013, México importó 335,811 toneladas de carne de pollo, un aumento interanual de 15%. Por su parte, EE.UU. abarcó 82,1% el volumen de esa proveeduría externa y Chile aportó el restante 7,9%, según datos divulgados por la Secretaría de Economía.
México tiene deficiencias en logística, como capacidad limitada de almacenes en los puertos marítimos y de toda la cadena de enfriamiento para llevar la carne de pollo hasta los consumidores.
La empresa brasileña Seara Alimentos realizó el primer embarque a México, con un contenedor de 26 toneladas de cortes de pollo, el cual desembarcó en el puerto de Veracruz el día 14 de septiembre, según informó la compañía.
En términos de valor, Brasil es el mayor exportador de carne de pollo a escala mundial, con ventas externas por US$ 6,950 millones en el 2012, seguido por EE.UU., con US$ 4,050 millones.
En agosto del 2012, la Secretaría de Economía aprobó cuotas compensatorias en un rango de entre 25.7 y 127.5% a las importaciones estadounidenses de muslo y pierna de pollo, luego de una investigación contra dumping.
Pero la dependencia no puso en vigor esas cuotas argumentando que persistían efectos distorsionantes sobre los precios de la pierna y muslo derivados del brote del virus de la influenza aviar.
Fuente: El Economista