Aplicando los cuatro pilares del embalaje de productos se logra que los envíos lleguen en perfectas condiciones, así como causar una buena impresión, opinan expertos del packaging.
En la actualidad, las firmas han desarrollado varias formas para que sus productos puedan sobresalir entre la competencia. La forma de presentarlo se ha convertido fundamental, ya que tiene que ser atractivo, que llame la atención y den ganas de conseguirlo.
Esto ha llevado a buscar formas de embalaje que no sólo sirvan para transportar, sino que formen parte de una estrategia de marketing y ventas. Expertos en packaging opinan que las empresas deben cumplir con los cuatro pilares del empaquetado para que los envíos lleguen en perfectas condiciones, así como causar una gran impresión que permita a las compañías aumentar sus beneficios.
Los cuatro pilares del embalaje de productos
Lo primero que hay que hacer es asegurarse de que el embalaje es adecuado. Para ello hay una lista de pautas que debe cumplir cualquier packaging:
- Seleccionar un embalaje de calidad. Es cierto que probablemente se tire al sacar el producto, pero una calidad pobre pone en riesgo lo que contiene. Y no hay nada peor que el hecho de que alguien reciba su pedido con desperfectos, tan sólo por ahorrar unos pesos en el material de embalar.
- El paquete debe ser adecuado respecto al tamaño del contenido. Una caja demasiado grande quizás se pueda llenar con más artículos, pero también hay más riesgo de que se rompan o se aplasten.
- Cuidar el precintado. Una vez acomodados los productos en su embalaje, hay que precintarlo de forma correcta. Lo habitual es cerrar con cinta, aunque puede ser necesario reforzar el precinto de otras maneras, sobre todo si se trata de algo pesado.
- Etiquetar correctamente. Si algo no tiene un etiquetado adecuado, lo normal es que no llegue a su destino. Por ello, si se trata de un producto que se va a enviar a algún sitio, debe llevar muy claros los datos de origen y destino. Las etiquetas se tienen que colocar de forma visible y protegidas para que no se desprendan.
Uso del embalaje como elemento promocional
Una caja de cartón sencilla puede cumplir con su cometido, pero es perder una oportunidad única de dar a conocer, no sólo el producto, sino la marca que hay detrás.
Una opción podría ser elegir cajas de cartón personalizadas, lo cual dará mayor presencia a la marca. Se trata de una técnica de marketing muy económica y eficaz, ya que convierte el logotipo de la marca en algo cotidiano, que se graba en la menta del consumidor y aumenta las posibilidades de conseguir nuevos clientes o fidelizar los que ya tiene el producto.
Las cajas de cartón también pueden usarse para atraer la atención del cliente. En los escaparates de las tiendas, una caja decorada con motivos atrayentes y colores vivos puede marcar la diferencia entre pasar de largo o llevarse el producto.
Fuente: www.estrelladigital.es