La celulosa es uno de los materiales renovables más abundantes y disponibles para la producción de artículos industriales empleados tradicionalmente en la fabricación de papel, cartón, plásticos y/o productos de higiene.
Partiendo de las fibras de celulosa, y tras un tratamiento específico, es posible obtener nanocelulosas que convierten a materiales como el papel, cartón y el plástico en altamente resistentes y muy ligeros.
En ello trabaja el Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística (ITENE) en el marco del proyecto MFC-PROD, que cuenta con el apoyo del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE).
El objetivo es la obtención de nanocelulosas a partir de fuentes alternativas y posterior validación como agente de refuerzo mediante su incorporación en productos de papel, cartón y plástico destinados a aplicaciones de gran volumen.
ITENE trabaja para obtener nanofibras de bajo costo cambiando la materia prima de partida y aprovechando el conocimiento adquirido en pretratamientos durante el año 2016. Además, busca restablecer índices de calidad de las nanocelulosas obtenidas en la planta piloto.
También trabaja en aplicar las MFC obtenidas en papel, cartón y composites poliméricos con el fin de mejorar sus distintas prioridades, principalmente: resistencia mecánica, permeabilidad y acabado superficial.
Por último, ITENE busca ampliar el conocimiento sobre el diseño de nuevas tecnologías de producción de composites de MFC-polímeros termoplásticos, aditivando la MFC mediante tecnologías novedosas que permiten reducir los costos de proceso, manteniendo la estructura y morfología de la fibra en el composite.
Las materias primas de este proyecto son la madera, los residuos agrícolas y las plantas anuales. Como resultado, ITENE espera disponer de un proceso optimizado de extracción de nanofibras a partir de dichas materias primas, y poder así, obtener papeles y composites reforzados con propiedades mejoradas.
Fuente: ITENE.