¿Cuál sería la orientación más deseable? ¿Nutrición o comunicación? En realidad los dos aspectos son igualmente importantes e indispensables para proporcionar a los consumidores alternativas en la búsqueda de una dieta adecuada a sus necesidades.
Las proclamas de salud son mensajes estratégicamente colocados en alimentos o bebidas para comunicar cuáles son los beneficios adicionales y valores agregados al momento de consumirlos. Estas frases han de ser simples, fáciles de leer y entender y además de todo esto, prometer beneficios que verdaderamente se cumplan.
Los funcionales o nutracéuticos, la nueva categoría de alimentos que cada día crece más con nuevos productos es una de las que más se utilizan de la creatividad en comunicación de los beneficios de salud. Consumidores enterados de la necesidad de una dieta más adecuada a los nuevos estilos de vivir buscan nuevas alternativas que puedan reponer los nutrientes fundamentales para un buen estado de salud. Igualmente, la tecnología de alimentos, nutrición y las ciencias médicas avanzan en sus conocimientos encontrando nuevos ingredientes con principios activos, fácilmente aplicables en alimentos, nutricionalmente reconocidos y científicamente aprobados. Y por último y no menos importante, bien comunicados.
Donde la historia se empieza
Efectivamente los registros históricos son escasos y además de esto son de poca relación con la definición que hoy tenemos para los alimentos funcionales. Seguramente los japoneses con su estilo más flexible a las novedades en nutrición deben ser considerados como los más adeptos de esta categoría de alimentos.
Todo se empieza con el uso de ingredientes de ocurrencia natural y de consumo en dietas destinadas al día a día incluyendo principios científicos que benefician las funciones fisiológicas o actividades biológicas del cuerpo humano. Nombrados genéricamente por la sigla FOSHU (Food for Specific Health Use) estos alimentos están regulados por un acto del gobierno que desde el año de 1990 los ha definido de forma oficial, aúnque sus usos ya habían sido detectados en la década de los 80.
Con el FOSHU se empezaron a aprobar los claims de salud que actualmente se ven más comúnmente en los rótulos de alimentos. Ya son más de 400 alimentos que están dentro de la condición FOSHU y con la mayor presencia de alimentos que ayudan el trato gastro intestinal. Esta autorización tiene que ser vista quizá como uno de los primeros esfuerzos de comunicación por el hecho de transmitir a todos los consumidores a través de un símbolo el aval de la real condición beneficiosa para la salud.
El avance de los los alimentos funcionales en el mundo
Un movimiento que claramente hizo su contribución al campo de los funcionales fue la definición de los Novel Foods, alimentos nuevos sin registro de existencia y seguros para el consumo.
Los Novel Foods han sido más prontamente definidos en la Unión Europea – EU (1997) Canadá (1999) y Australia (2001). Han sido complementados con reglas más claras y mejor definidas, atendiendo a los requisitos de una dieta especial de reducción de riesgos de enfermedades, mejor comunicada.
En Estados Unidos la FDA permitió la venta de alimentos funcionales o nutracéuticos hace ya algunos años. Mientras tanto los alimentos con la intención de proteger la salud de los consumidores atienden los actos regulatorios precedentes en educación y rotulado nutricional (NLEA – Nutrition Labelling and Education Act).
En dicho país, la preocupación en llevar a los consumidores la más correcta y honesta comunicación es una realidad. El NLEA hay sido profundamente promocionado y visa objetivamente informar a los consumidores norteamericanos de forma simples, esencialmente por medio de una tabla de nutrición, los aportes energéticos y de nutrientes de un determinado producto alimenticio. De la misma manera los requerimientos técnicos y científicos son rígidos.Por último, la CODEX (CAC – Codex Alimentarius Commission, 2004) también establece claras reglas de comprobación de eficacia de los alimentos funcionales
Recientemente el Dr. Jerzy Zawistowski, Ph.D. en Alimentos, Nutrición y Salud de la Universidad British Coloumbia en Canada (ILSI BR 2009), describió que las reglas para establecer un claim de salud, según él, deben atender a:
Verdadera comunicación entre industria y consumidores.
Justa competición entre los productores de alimentos.
Estímulos a la innovación.
Total protección a los consumidores de mensajes equivocadas.
Un previsión hacia el futuro
Claramente los alimentos funcionales van a aumentar su participación en el mercado y cada vez la comunicación será una de las grandes claves del suceso. Un ejemplo de ello es el IFIC – International Information Council- (www.ific.org), organismo que promete que consumidores, industria, academia y editores de comunicación podrán entenderse perfectamente.
El mismo IFIC propone un clara definición y comprensión de la diferencia entre dieta y salud, la correcta aplicación de los logros científicos en el contexto y siempre acompañados de la opinión de otros igualmente expertos en el tema, las conclusiones más importantes de los estudios y en especial los clínicos. Por último menciona, que sin excepción, todas las conclusiones sean informadas. Un verdadero desafío para todos los que quieren ver la población del mundo viviendo más y mejor.