Diversas evidencias científicas demuestran que incorporar algas marinas en la alimentación puede ejercer un efecto positivo sobre las características nutricionales, organolépticas, de textura e incluso puede mejorar la conservación de los alimentos y bebidas.El uso de las algas como alimento o ingrediente alimentario en las dietas europeas se encuentra todavía poco desarrollado, a pesar de su destacado potencial productivo y la necesidad de explorar nuevas fuentes de proteínas e ingredientes naturales.
A pesar de su escaso consumo en el mercado europeo, la industria de alimentación a nivel mundial está interesada en la utilización de las algas como ingrediente,puesto que se cultivan mediante diversos medios, presentan un rápido crecimiento y su producción es fácilmente controlada.
Las algas marinas comestibles pueden pertenecer a importantes grupos de algas como las algas rojas (Rhodophyta), las algas pardas (Phaeophyta) y las algas verdes (Chlorophyta); todas ellas viven en diversos ambientes con cambios extremos de salinidad, temperatura, iluminación, nutrientes.
Específicamente las algas pardas resultan una fuente rica de yodo. Este es un aspecto de gran interés, debido a la importancia que recientemente se les ha dado a los déficits de yodo en grupos de población europeos.
Las algas pardas presentan interesantes propiedades antioxidantes, antimicrobianas y antiinflamatorias que pueden tener un efecto en la reducción del colesterol, la presión arterial o ayudar en la digestión y el control del peso.
Aunque tienen múltiples ventajas, las algas marinas también plantean algunas limitaciones a nivel nutricional, por lo que los tecnólogos de alimentos deben trabajar en avances que permitan superar los obstáculos existentes para su incorporación como ingrediente de valor en alimentos más enriquecidos y saludables.
Otro aspecto a considerar en la aplicación de las algas como ingrediente en alimentos es la biodisponibilidad de sus proteínas u otros nutrientes presentes en su composición, la cual está estrechamente relacionada con sus propiedades estructurales y con la posible presencia de compuestos antinutrientes, limitándose así su absorción tras la ingesta.
Estos elementos evidencian la necesidad de innovaciones tecnológicas en el cultivo, procesado y adecuaciones tecnológicas posteriores para la optimización de esta materia prima como ingrediente de alimentación, las cuales buscan mejorar la seguridad alimentaria, digestibilidad, valor nutricional y sabor de las algas pardas.
En ese sentido, el proyecto ProSeafood tiene como objetivo trabajar sobre el procesamiento innovador de algas pardas para optimizar su incorporación en alimentos y llegar a desarrollar productos novedosos y saludables.
Fuente: AINIA Centro Tecnológico