Instituciones realizaron diversos estudios para comprender algunos procesos biológicos del chile habanero.Diversos trabajos se han realizado por instituciones como el CICY, Cinvestav, ITM e INIFAP principalmente, para comprender algunos procesos biológicos del chile habanero. Entre los avances que se pueden destacar se encuentran los temas sobre: estudios de regeneración de plantas vía organogénesis; cultivo in vitro mediante la inhibición de los efectos de etileno en chile habanero; identificación de germoplasma resistente a dos begomovirus transmitidos por mosca blanca y a un hongo, y la identificación de los genes que confieren esta resistencia; huella genética de la variedad Mayapán; expresión genética diferencial en condiciones de estrés; desarrollo de un perfil de genes que se expresan durante una infección con uno o dos begomovirus, y la aplicación de herramientas moleculares para el estudios y caracterización de patógenos que atacan al cultivo.
Para los mexicanos, el chile no es un ingrediente más de la comida, es un símbolo de identidad regional y nacional. A nivel regional, el chile habanero es un excelente ejemplo, ya que, cuando se habla de este picante inmediatamente ubica en la mente de cualquier interlocutor, a la Península de Yucatán; este chile, no sólo se utiliza como ingrediente tradicional de la comida yucateca, sino que también es utilizado en la industria alimentaria y farmacéutica.
Sin embargo, este cultivo no está exento de problemas para la obtención de un buen rendimiento y fruta de buena calidad. En la zona, el cultivo puede producirse en suelo pedregoso (afloramiento rocoso de hasta el 70 por ciento) o mecanizable, al menos tres ambientes climáticos y es atacado por no menos de una docena de plagas y enfermedades; todos estos factores, si no se manejan adecuadamente pueden afectar drásticamente su rendimiento y calidad.
Una de las formas más económicas y duraderas para dar respuesta a estas necesidades es el uso de materiales o variedades que se adapten a las condiciones descritas y/o sean resistentes a diferentes plagas y enfermedades, que permitan tener mayor producción y de esta manera satisfacer la demanda que actualmente tiene este fruto. Sin embargo, el chile habanero es una especie que ha sido poco estudiada. La mayoría de los trabajos realizados en este género se han enfocado al estudio de la tecnología de producción en campo, a cielo abierto.
La aplicación de la transformación genética de plantas podría ayudar en parte a superar algunos de estos problemas. Para lograrlo se requiere el desarrollo de técnicas eficientes para transferir genes a células de plantas y para la regeneración de plantas completas a partir de células transformadas.
Fuente: www.intermediamexico.com