España.- Bodega Miguel Domecq presenta el exclusivo vino Torre de Ceres con una serie limitada de unas 800 unidades. El vino está envasado en una botella troncocónica pesante, con taponado con un corcho natural y lacre. El cuerpo principal frontal es un logotipo de la marca vitrificado en oro con una cintilla que define el vino.
A su vez, se presenta en un estuche de madera de tres botellas con una tapa deslizante y tres pirografías en tres de las caras. Para la vitrificación se ponen las tintas sobre el cristal de la botella y se mete dentro de un horno a 480º durante alrededor de 30 minutos, hasta que el oro penetra completamente en el cristal.
Este monovarietal Palomino Fino de vendimia manual nocturna se caracteriza por una fermentación a base levaduras autóctonas. Y una crianza posterior bajo velo de flor y battonage de sus lías finas durante 9 meses, en botas de 500 litros que previamente han criado vino Fino.
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Las botellas de vino según su forma y su color
La forma de las botellas para vino es un elemento meramente estético o diferencial que ha evolucionado en distintos estilos según las regiones o el tipo de vino. Sólo el color de la botella y el tamaño de la misma influyen en su conservación.
Los formatos universales son:
Bordelesa. Botella muy extendida para la conservación de vinos tintos y claretes. Debe su nombre a la zona de Burdeos de donde es originaria.
Troncocónica. Es una subcategoría de las botellas bordelesas que se caracteriza por estar ensanchada en los hombros de tal forma que recuerda un cono invertido. Suele tener mayor peso y robustez que la bordelesa.
Rhin. Es originaria de Alemania. En España es la botella elegida por la mayoría de vinos blancos en Galicia y Cataluña. También se usa para vinos rosados y para vinos dulces. El color clásico es el caramelo pero el más habitual es el verde.
Jerezana. El envase clásico de olorosos, finos o amontillados. Esta botella usada de forma asidua en el vino de Jerez, recibe el nombre de esta denominación del sur de España. Es algo más pesada que las botellas bordelesas convencionales y un poco más baja. Su color clásico es verde oscuro o marrón.
Así como la forma de la botella no importa para su conservación, el color sí. el color usado en las botellas tiene una función protectora de la acción de la luz, para poder conservar mejor el vino de su interior.
El color más utilizado es el verde, pero también podemos encontrar el negro, azul, o transparente. Los colores más oscuros se suelen emplear en vinos que vayan a pasar mucho tiempo en botella, mientras que las botellas transparentes se suelen emplear en vinos rosados o blancos para poder apreciar mejor su color.
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