España.- La Bodega Alzarra lanza Rompecopas, su más reciente vino que destaca por su botella elegante que rinde un homenaje a la familia.
Este vino tiene una historia muy peculiar donde los hermanos Barricarte cuidaron los detalles de la bodega desde la viña hasta el packaging.
Con tres generaciones de viticultores tras sus espaldas ahora es cuando deciden dar un paso adelante y, de sus mejores parcelas, ofrecer un vino con el que se sientan identificados y que les represente.
De esta forma, obtuvieron una gama en la que cada botella de vino tenga su personalidad y estén conectados por una misma historia.
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Composición gráfica de la botella
La propuesta de la bodega se resume a una composición tipográfica rotunda que refleja el carácter de los “rompecopas”: francos, directos, honestos, sin artificios y sin dobleces.
El verbal branding amplifica esta intención en todas las piezas que componen la botella, como aparece en el collarín: Dedicación y constancia
La botella explora la materialidad y la ausencia de elementos superfluos en su producción. Texturas neutras, apenas intervenidas y procesos que agreguen información.
Esto sin opacar el mensaje de mostrar que lo más importante está en el interior de la botella como expresión de su forma de entender la viticultura.
Este vino busca transportar al consumidor con una estética clásica y rotunda , a tiempos en los que la dedicación y el esfuerzo eran valores apreciados.
El mote familiar de la familia Barricarte es una declaración de intenciones que, de manera honesta y franca, sin artificios, queda presente en la botella de esta gama de vinos.
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