En el comercio detallista de la alimentación, la cuota de envases MAP ha crecido enormemente en los últimos años en el campo de los productos frescos.
A través del proceso MAP (Modified Atmosphere Packaging), se ha conseguido optimizar la atmósfera en los envases hasta el punto de que la calidad del producto envasado queda garantizada durante un largo periodo de tiempo. Además, el proceso ofrece una atractiva presentación en el punto de venta así como unas mejores condiciones higiénicas.
Un envase MAP, conocido también como envase de gases protectores o envase de protección de aroma, se vacía durante el proceso de envasado y a continuación se llena con un gas especial protector. Mediante el vaciado se saca el aire que había en el envase y en el producto y con ello se minimiza el contenido de oxígeno residual. Entonces se introduce el gas protector que retrasa el deterioro del producto.
¿Cómo se llenan los envases MAP?
En la práctica, los envases se llenan de forma individual con diferentes mezclas de gases protectores, dependiendo individualmente de cada producto alimenticio concreto. Puede ser un sólo gas o también una combinación de nitrógeno y dióxido de carbono.
A través del gas protector, se crea dentro del envase un nuevo espacio lleno de gas que contrarresta la presión de la atmósfera.
De esta forma, se pueden envasar productos sensibles a la presión con una larga conservación sin que sufran daño alguno.
Lo especial en los envases MAP: no se utilizan materias conservantes y en los test sensoriales no se detecta ninguna modificación en el sabor, siempre que se haya utilizado el gas adecuado.
Con gases protectores se pueden envasar muchos productos como, por ejemplo, panecillos prehorneados y productos de panadería para hornear, productos alimenticios pasteurizados como pastas o comidas preparadas, carne fresca, embutidos cortados o queso en lonchas, salchichas, queso fresco y frutas cortadas.
Este proceso resulta óptimo en el caso de la carne fresca, puesto que el gas protector se encarga no sólo de conseguir una conservación más larga sino también el que la carne mantenga su apetitoso color.
Los envases MAP se pueden fabricar en máquinas de embutición o en maquinas de envasado traysealer. Las máquinas embutidoras elaboran las láminas sacadas de un rollo que son llenadas en línea. Estas máquinas trabajan de forma muy rentable y con unas prestaciones muy altas.
El material de envasado se suministra en forma de rollos de lámina que permiten un importante ahorro. Los traysealers sellan los recipientes ya preparados.
Para ello se utilizan mayormente bandejas de polipropileno que ofrecen una magnífica protección frente al vapor de agua.
Las bandejas empleadas tienen que disponer de un borde suficientemente ancho y poderse apilar a fin de poder ser utilizadas totalmente y de forma automática en las máquinas.
En los productos de conveniencia y en los semipreparados se está viendo una tendencia a bandejas de envasado de material CPET, resistente al horneado.
Fundamentalmente, como láminas para cubrir las bandejas se utilizan en los envases MAP películas laminadas o termoretráctiles. En lo fundamental tienen un efecto de barrera acorde con la fecha de caducidad que figura en la ventana.
Junto a su elevado nivel de transparencia, estas láminas tienen un comportamiento “anti-fog” extraordinariamente bueno con lo que se evita que se formen gotas de agua en la parte interior y que produzca un empañamiento de la lámina.
Tendencia a materiales más finos
En las láminas y en las bandejas, la tendencia es a unos materiales más finos. Se está trabajando con gran intensidad en este sentido ya que se trata de conseguir ahorro de material para poder compensar los cada vez más elevados precios de las materias primas y, por otra parte, de una aportación a la conservación de los recursos naturales.
Así, por ejemplo, se presenta en el mercado una nueva bandeja MAP de polipropileno con la que se ahorra un 25 por ciento de material en comparación con las bandejas clásicas y, en un tamaño de 190 x 144 x 50 mm, sólo pesa 10 gramos.
Crece el interés por los materiales biodegradables
Las bandejas y láminas biodegradables se han convertido también en un tema importante.
En este sentido se han hecho ya muy buenas experiencias, por ejemplo, con PLA, un polímero basado en ácido láctico que se consigue del maíz a través de procesos bioquímicos. El material es resistente al agua y se puede trabajar termoplásticamente.
Cuando este material apareció en el mercado, las posibilidades de utilización en máquinas todavía no habían avanzado lo suficiente.
Mientras tanto se ha llevado a cabo mucho trabajo de investigación en este sentido y los materiales de envasado de materias primas renovables se han convertido en un tema muy interesante dado, además, que se ha mejorado mucho la apariencia óptica de los materiales PLA.
También se utilizan bandejas de materias primas renovables como, por ejemplo, uno formado por celulosa de fibras de madera que es adecuado especialmente para el envasado de productos de conveniencia que pueden ser cocidos en el horno o en el microondas.
El aspecto de los envases es cada vez más importante
En principio, la apariencia de los envases desempeña un papel cada vez más destacado. Con la rapidísima evolución del mercado de autoservicio para carne y productos de carne en los últimos años, la presentación en el punto de venta de estos productos adquiere una importancia cada vez mayor.
Aquí, el comercio de descuento demuestra una vez más ser un propulsor de innovaciones y apuesta cada vez más por láminas que pueden ser imprimidas mediante procesos de huecograbado.
El sistema MAP puede mostrar también sus ventajas en los clásicos productos de embutidos para untar. Estos productos se presentan cada vez más a menudo en envases que hacen posible aprovechar hasta el final el contenido.
Un fabricante ha desarrollado un sistema MAP que, dependiendo de las características del contenido, se encarga de que en el envase sellado sólo haya unos valores de oxígeno residual del 0,3 por ciento o menos y evita que el producto adquiera unos colores no deseados.
También aquí la presentación en el punto de venta resulta un factor de una importancia creciente.
Las diversas formas posibles de presentación individual y las impresiones que se realizan sobre los recipientes abren unas perspectivas interesantes y ofrecen un valor añadido tanto a los fabricantes como a los consumidores.
Y no en último lugar, también los llamados envases “lifestyle” ofrecen interesantes posibilidades de mercado como por ejemplo en el caso de los productos “to-go” para ser consumidos en cualquier momento, como son los sándwiches triangulares.
Gracias a estos envases, se consigue la apariencia como de productos recién hechos, una tendencia que es muy apreciada por muchos consumidores. Importante para el comercio detallista de la alimentación: los envases embutidos y sellados herméticamente para sándwiches ofrecen, gracias a la atmósfera modificada, una conservación de hasta 12 días.
Doble mixto
Especialmente para la carne roja se han desarrollado envases skin con una lámina adicional. En estos envases, a través de un segundo proceso de sellado, se aplica una lámina adicional para la tapa bajo una atmósfera modificada con elevado contenido de oxígeno.
El envase skin fija el producto en la base y evita que la carne pierda su jugo. A través de la lámina especial, el oxígeno accede de forma controlada a la carne consiguiendo mantener su color rojo de frescura. Además, estos envases, gracias a la lámina que los cubre, se pueden apilar y resultan fáciles de etiquetar.
Los envases skin al vacío provistos de una lámina protectora adicional no sólo se pueden utilizar para la carne fresca sino también para productos marinados puesto que envuelven el producto y lo fijan en el envase evitando que rebose la salsa.
Mediante la aplicación y sellado de una segunda película flexible se consigue un sellado plano en la parte superior y el espacio que queda entre ambas películas se puede utilizar para colocar informaciones sobre el producto en cuestión, recetas u otros productos alimenticios como, por ejemplo, verduras.
Con estos envases, el producto adquiere un aspecto atractivo que puede contribuir positivamente a la decisión de compra por parte del cliente final.
Los envases skin pueden ser utilizados para productos frescos o congelados así como también para productos de conveniencia como, por ejemplo, los preparados para cocer a fuego lento en vapor.
Por Informe de Prensa Anuga Food Tec 2009