Las fiestas navideñas han sido una oportunidad para que las marcas muestren su creatividad y conecten emocionalmente con los consumidores.
Sin embargo, en los últimos años, los empaques navideños han dado un giro más allá de ser una envoltura decorativa para ofrecer una nueva experiencia de compra durante la temporada festiva.
En esta industria, los envases de edición especial o navideños han tenido un impacto en el comportamiento y las ventas de los consumidores, destacan expertos.
El empaque navideño no solo debe ser funcional, coinciden expertos de la industria del packaging, sino que también debe contar una historia visual que evoque la magia y el espíritu de la temporada.
Los motivos tradicionales como los copos de nieve, los renos y los árboles de Navidad siguen siendo los más recurridos, pero se reinterpretan con estilos contemporáneos y destacando los colores clásicos como el rojo, blanco, verde e incluso dorado.
El empaque navideño también se ha transformado en una herramienta de personalización. Por ello, algunas marcas en la industria de alimentos permiten a los clientes añadir su nombre o mensaje en el empaque.
Otras, en cambio, han integrado códigos QR o realidad aumentada para ofrecer una experiencia interactiva. Esto no solo aumenta el valor sentimental de los productos, sino que también fortalece la relación emocional con los consumidores.
Un llamado a la creatividad
D.PACK, una agencia de diseño de packaging, destaca en un artículo que en la época decembrina surgen nuevas oportunidades creativas en las que los empaques son un medio para renovar los códigos visuales tradicionales, dotándolos de mayor flexibilidad y atemporalidad.
Laura Ormad, directora creativa y socia fundadora de D.PACK, expuso para un medio especializado que las festividades representan una oportunidad para revisar los elementos visuales típicos de la Navidad de una manera creativa, sin perder la conexión emocional que estas tradiciones despiertan en los consumidores.
“Las marcas no deben renunciar a los valores clásicos, sino reinterpretarlos de una manera renovada y significativa, evitando caer en un enfoque neutral y sin personalidad”, comenta Ormad.
Este enfoque revela cómo el packaging, lejos de ser solo un medio para proteger el producto, se ha transformado en una herramienta estratégica para construir una narrativa visual auténtica y alineada con los valores de cada marca.
La firma de diseño de empaques transforma un producto que ya posee un fuerte componente emocional, realzándolo con un empaque único, destacando la temporada.
Al utilizar una estética moderna y contemporánea, logra establecer una conexión con diferentes públicos, asegurando que la esencia del producto conecte con cada consumidor.
Capitalizan la temporada
También hay marcas que mantienen una presencia constante a lo largo del año y aprovechan la temporada navideña para resaltar su identidad. Estas marcas, que no están generalmente vinculadas a una tradición navideña, encuentran en los símbolos clásicos de la Navidad la oportunidad para crear ediciones limitadas para atraer la atención del consumidor.
Un claro ejemplo de esta estrategia es Cuétara, para quien D.PACK ha diseñado empaques que incorporan elementos típicos de la Navidad.
Otras marcas, como Coca-Cola han aprovechado esta época para lanzar envases o empaques con motivos navideños para atraer, todavía más, a los consumidores. Lo cual termina reflejándose en su ventas anuales.
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