Los colores en el packaging transmiten muchos mensajes e ideas. Este es el principal motivo por el cual se debe prestar importante atención a este aspecto. En el momento de escoger el color para un diseño de packaging, hay que considerar varios elementos como tener en cuenta la edad y perfil del público objetivo. A partir de aquí, se podrá utilizar la elección de un color u otro para cumplir el objetivo.
Dicho objetivo es atraer y captar la atención de potenciales clientes, mediante los colores en el packaging. Ofrecer un packaging llamativo, inspirador y exitoso puede ser el primer paso para que el producto en cuestión resulte el escogido por el cliente. Es importante recordar que el packaging será el primer elemento de un producto en atraer a un cliente.
Colores: una experiencia multisensorial
La percepción de los colores es fundamental para la detección de las formas y se procesa mucho antes que éstas, en ese sentido, la psicología de los colores es bastante compleja. Pueden significar cosas diferentes dependiendo de la cultura, la situación y la industria. Sin embargo, hay algunas sensaciones que estarían ligadas a nuestro pasado evolutivo y serían universales.
Como los sentidos están integrados, la percepción del color de un objeto, como puede ser un envase, influye en las características de los restantes sentidos. A su vez, el color condiciona nuestra memoria sobre dicho objeto de una manera particular influyendo en su categorización.
Por ejemplo, en el mercado de los vinos hay estudios recientes que demuestran cómo influye el color en el reconocimiento de los aromas. Concretamente, se hizo una prueba con un grupo de sumilleres que tras catar vino blanco con colorante lo catalogaron de tinto, confundidos por el color engañoso.
En otro experimento, se intensificó un 10% el amarillo de las latas de la bebida Sprite, y varios consumidores se quejaron de un supuesto sabor más ácido. Pensaron, debido al amarillo del envase, que contenía más cantidad de limón, aunque la composición de la bebida era exactamente la misma de siempre.
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Los predilectos
Desde una perspectiva científica, aún no se cuenta con informes serios que expliquen la reacción del consumidor ante los colores y el por qué. Al menos no desde un punto de vista neurológico.
Tradicionalmente se señalan el azul, el verde y el rojo como los tres colores favoritos: Este hecho podría evidenciar ciertas asociaciones implícitas inconscientes comunes a todos los humanos y ligadas a su pasado como primates.
- El azul claro es percibido como confiable, calmado y seguro.
Se cree que esto podría estar relacionado con la percepción durante millones de años del cielo azul, libre de peligros (hasta que inventamos los aviones de guerra).
- El verde connota salud, frescura y serenidad.
Está comprobado que una persona convaleciente en un hospital se recupera antes y con menos necesidad de analgésicos si su ventana da a un paisaje natural (parque, árboles frondosos) que si da a edificios de hormigón. El entorno natural (y su color básico asociado, el verde) nos relaja y nos hace sentir bien.
- El rojo activa la glándula pituitaria, incrementando el ritmo cardíaco y acelerando la respiración.
Es el único color que provoca una reacción fisiológica medible. Esta respuesta visceral hace que el rojo sea agresivo, energético, provocativo y captador de atención. Utilice el rojo para provocar una respuesta pasional, aunque no siempre esto es favorable. Por ejemplo, el rojo puede representar peligro.
Connotaciones, según el branding
Lo cierto es que la gama cromática es enorme y el significado de los colores varía según el contexto o el producto que acompañan, así como las emociones y sentimientos que provocan.
Sin embargo, los expertos en branding suelen coincidir a la hora de adjudicar determinadas connotaciones al uso de los colores. Conviene tenerlas en cuenta para acertar.
- Negro. Denota la ausencia de luz y culturalmente se asocia a misterio, oscuridad, muerte o mal. Sin embargo, en packaging transmite elegancia, exclusividad, fuerza y lujo.
- Blanco. Simboliza la paz, la simplicidad y la pureza. Es un color neutro y atemporal también ligado a la elegancia y estilo.
- Azul. Sinceridad, honestidad, calma, confianza, seguridad.
- Verde. Aporta serenidad, frescura, tranquilidad, alegría. Representa salud, el origen y se asocia con el respeto por el medioambiente.
- Amarillo. Viveza, alegría, felicidad, optimismo, frescor. Puro magnetismo.
- Rojo. Calidez, pasión, sensualidad y energía. Representa lo nuevo. Es atrevido, emocionante y contemporáneo.
- Violeta. Singularidad, lujo, poder, modernidad, confianza.
- Naranja.Vitalidad, juventud.
- Rosa. Tradicionalmente se asocia a lo femenino. Sugiere delicadeza, dulzura, inocencia y romanticismo.
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