Mantener la cadena de frío en envases inteligente resulta fundamental para garantizar la seguridad alimentaria de los productos, sobre todo de los perecederos almacenados en refrigeración como es el caso de los considerados de Quinta Gama.
El no mantener la cadena de frío durante su comercialización y distribución implica disminuir su vida útil y aumentar el riesgo de posibles intoxicaciones alimentarias.
La cadena de frío presenta eslabones más débiles que otros, pero para solventarlos existen tanto recursos técnicos específicos como personal entrenado que garantizan la no rotura de esta cadena a lo largo de todo el ciclo de distribución.
Desarrollo de dispositivos
Actualmente no existe ningún mecanismo / sistema / dispositivo que controle o informe sobre posibles roturas de la cadena de frío a partir de que el producto es adquirido por el consumidor, por lo que resulta necesario desarrollar algún dispositivo que permita controlar la temperatura también a partir de este punto.
Por otro lado, actualmente los consumidores demandan más información sobre los productos que adquieren. Informarles sobre las condiciones térmicas en las que ha sido distribuido y garantizarle la calidad y seguridad del producto que están adquiriendo supone una gran aportación y un salto tecnológico innovador.
Con el objetivo de suplir estas necesidades, en el mercado están apareciendo cada vez más los llamados envases inteligentes.
Envases inteligentes
Estos empaques son capaces de desarrollar funciones adicionales a las que ya dispone el envase per se. Entre ellas, destacan principalmente las que permiten una comunicación con el usuario, tales como detectar, grabar, memorizar, trazar, y aplicar la lógica científica, para suministrar información, facilitar la toma de decisiones, extender y/o garantizar la vida útil de los productos, aumentar la seguridad, mejorar la calidad y advertir sobre posibles problemas.
Dentro de este grupo cabe destacar los indicadores tiempo temperatura, capaces de informar sobre la temperatura a la que ha sido distribuido un producto durante su cadena de suministro.
Indicadores TTi
En los últimos 20 años ha habido un gran desarrollo de esta tecnología, pudiéndose encontrar actualmente en el mercado indicadores TTi con aplicación en el control de la temperatura de diversos productos, tales como productos alimentarios, farmacéuticos, vacunas, etc. En función de su principio activo, los TTis se pueden dividir en 3 tipos.
Sistemas físicos: La mayoría de los indicadores tiempo – temperatura están basados en propiedades físicas que dependen básicamente de fenómenos de absorción o difusión. Un modelo común se basa en etiquetas multicapa que contienen un tinte o reactivo que es absorbido por una capa porosa, en la cual, la presencia de color indica la historia térmica del producto. Incontables variaciones de este diseño se pueden encontrar en patentes y artículos.
Sistemas biológicos: Este tipo de indicadores emplean normalmente indicadores enzimáticos.
Sistemas químicos: Finalmente, el tercer tipo de indicadores se basan en reacciones químicas de polimerización, como por ejemplo, la polimerización de cristales de diacetileno disustituidos, que dan como resultado un polímero coloreado.
Productos de Quinta Gama
Muchas compañías están utilizando cada vez más este tipo de indicadores para la distribución y comercialización de sus productos. Pero la aplicación de este tipo de indicadores también se encuentra en los productos de Quinta Gama.
La compañía aérea British Airways empezó a utilizar en 2005 indicadores tiempo temperatura de la marca Vitsab y fabricadas por la homónima compañía sueca, para monitorizar la temperatura de los platos preparados que se sirven a bordo del avión.
De esta forma la compañía puede comprobar si la conservación es correcta, comunicando inmediatamente a los operadores, si el alimento contenido está bueno o si, por el contrario, se plantea un riesgo de contaminación debido a mala conservación, indicando también la cantidad de horas en las que se garantiza la conservación del alimento en unas condiciones de temperatura concretas.
Estos indicadores son muy precisos aunque su costo resulta prohibitivo para su aplicación en productos refrigerados envasados.
En el proyecto SmartColdPack se está investigando en el desarrollo de un envase inteligente de bajo costo, mediante la impresión directa de tintas inteligentes que permita el control de la cadena de frío en productos alimentarios a lo largo de toda la cadena de suministro, incluida la etapa del consumidor.
Se investigará en compuestos fotocrómicos, termocrómicos, reactivos al agua y activos biológicamente para el desarrollo de tintas offset, flexográficas y huecograbado, de forma que se pueda ampliar la aplicación de esta tecnología y abaratar su costo.
Conclusiones
En los últimos años también han aparecido en el mercado diversos indicadores tiempo temperatura para productos congelados. Asimismo también se está investigando en indicadores únicamente de tiempo que permitan al usuario conocer cuanto hace que abrió un envase o frasco y si el producto que contiene todavía se puede consumir.
Por ejemplo, la etiqueta inteligente UWI es un rastreador visual, calibrado para el ciclo de vida del producto en cuestión que se ilumina de verde a rojo, advirtiendo que el producto ha llegado a su fecha de "use antes de” y debería ser desechado. Los avances realizados en proyectos como Smartcoldpack, financiado por Impiva, y el desarrollo de envases inteligentes de low cost, supondrá para el sector alimentario, y concretamente para el sector de Quinta Gama, un importante valor añadido para asegurar la calidad e inocuidad en los productos alimentarios, de forma que por un lado se consiga un incremento en la satisfacción de los consumidores, y por otro lado, una optimización y seguridad en la gestión logística.