Un estudio de Kantar indica que muchos fabricantes piensan en la opción de reducir el tamaño de sus envases buscando ocultar el incremento de precios
Con el aumento de precios muchos fabricantes buscan opciones para que sus consumidores sigan comprándolos o atraer nueva clientela. ¿Pero esta opción servirá al consumidor y traerá retorno?
La percepción del shopper en adquirir tamaños pequeños está relacionada con un menor ticket de compra. Con esta estrategia al final los compradores no se percatan que el precio por Kilogramo/Litro que están pagando es más alto
Un ejemplo de esto sucede en caso de los compradores de Costa Rica, quienes están optando por la compra de tamaños pequeños, el 38% de las categorías disminuyeron el tamaño de su envase.
Mientras que los compradores de CAM Norte se inclinan hacia el ahorro con la compra de tamaños grandes.
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Esto implica el tamaño de los envases
De acuerdo con Kantar, hay que tener en cuenta que cambiar la variedad de tamaños de paquetes ofrecidos podría afectar:
- La cantidad de consumidores (penetración) que compran la marca
- La frecuencia con la que compran
- La cantidad de la marca que compran
En Centroamérica, del 32% de las categorías donde se ve un downsizing (reducción de tamaño), el 90% presenta caída en volumen y en valor.
Mientras que las categorías donde se ve un upsizing (aumento de tamaño), el 26% presenta crecimiento en volumen y un 13% en valor.
Eso quiere decir que los compradores se están percatando del ahorro en el largo plazo en la compra de envases de tamaños más grandes.
En ese sentido, los fabricantes deben ser conscientes de los riesgos asociados con la disminución del tamaño promedio de sus empaques.
Al mismo tiempo, la gama de tamaños ofrecidos debe coincidir con las necesidades del consumidor.
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Reducción del tamaño de los envases, un fenómeno mundial
Los especialistas destacan que la reducción del tamaño de los envases y los productos no es algo nuevo. Pero prolifera durante épocas de alta inflación.
De acuerdo con el sitio especializado Consumer World, este fenómeno de empaques más pequeños en productos alimenticios se está viendo desde el año pasado y este se intensificó.
El concepto de “shrinkflation” (expresión que combina las palabras “encoger” e “inflación”) resulta atractivo a las empresas porque el cliente nota un aumento de los precios. Pero difícilmente lleve la cuenta de cuántos pliegos de papel hay en el papel higiénico o se fije cuánto café hay en un envase.
De tal forma que las empresas pueden apelar a trucos para disimular la disminución del tamaño de un producto, como el uso de etiquetas más coloridas que desvían la atención del comprador.
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Preferencias del consumidor en formatos de envases
En cuanto a la alimentación envasada, como conservas, leche o yogures, los consumidores prefieren en general envases pequeños y en monodosis. Esto es porque las familias son poco numerosas y los envases grandes hacen que los productos les puedan caducar.
Además, los envases pequeños son más demandados debido a que se adaptan mejor a las necesidades de cada uno y a la conservación del producto. Cuando se prefiere el envase grande, los motivos son principalmente económicos.
Finalmente, un estudio señala que los jóvenes prefieren comprar más productos envasados, frente a los de mayor edad que expresan su preferencia a que les atiendan, les recomienden y puedan escoger la cantidad de producto que desean.
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