La esencia de marca del jamón de bellota 100% ibérico de Sánchez Romero Carvajal, radica en proteger la pureza de la raza, realizar procesos artesanales heredados de padres a hijos y criar animales en libertad en su hábitat natural. Esta marca, con más de 140 años de trayectoria, entiende que su ADN tiene que ver con esa esencia inalterable. Para plasmarlo, la empresa trabajó en conjunto con Summa Branding, una compañía pionera en España en la creación y gestión de marcas.
Crearon un proyecto que fue madurando hasta encontrar la ruta creativa que equilibra a la perfección el nuevo estilo ilustrativo, la paleta cromática y el sistema visual. Una nueva imagen de marca y diseño de empaque capaces de recuperar la esencia de marca.
Te puede interesar: 5 claves para el diseño de empaque como herramienta de venta
La esencia de marca se basa en el storytelling
El origen del proyecto fue la necesidad de reflejar el nuevo territorio de la marca, lograr el reposicionamiento en el mercado gourmet y actualizar los códigos estéticos, logrando con todo ello la diferenciación en su sector. Por lo general, en el mundo del jamón es difícil contar la historia del producto, lo cual ocasiona que las marcas se vuelquen hacia el producto en sí, su origen o hacia promesas que luego no se pueden sostener.
Lo que diferencia a Sánchez Romero Carvajal del resto de las marcas es que ellos sí tienen una historia real que contar y, desde Summa, se le dio vida personificándola en un elemento icónico y disruptivo a la vez: un cerdo con monóculo y pajarita.
Te puede interesar: Tendencias 2021 en impresión para empaques y envases en la industria alimentaria
ADN de marca, paso a paso
Los conceptos claves que rodean a este jamón ibérico son: origen, sabor, Jabugo, tierra, equilibrio, esencias o tradición moderna. A partir de estas características se creó el ADN de la nueva marca para recuperar su esencia. Se dignificó la figura del cerdo de su logo y se convirtió en el símbolo de este conocimiento (monóculo) y calidad (pajarita). A continuación detallamos algunos de los procesos que se llevaron a cabo hasta llegar al empaque final:
- LOGO: dada la complejidad de las técnicas de impresión que requiere el producto, se trabajaron dos versiones del logo. Una original con mucho más detalle y una simplificada para este tipo de impresión.
- COLOR: el color fue otro de los elementos centrales, por la complejidad de lograr una aplicación homogénea de la paleta cromática sobre este tipo de materiales. Tras varias pruebas, se optó por mantener el verde, asociado a la naturaleza y a la tradición del sector. Además, se complementó con una paleta cromática que dotó al packaging de modernidad y contemporaneidad. Se agregaron finas ilustraciones de hojas de encina y bellotas, dos elementos inherentes al producto.
- TIPOGRAFÍA: la selección de la tipografía corporativa también planteaba un reto debido a la extensión del texto de marca Sánchez Romero Carvajal. Para solucionarlo, se trabajó en un interletrado más condensado, haciendo uso de las mayúsculas para mejorar la legibilidad. Y se optó por una tipografía con personalidad, contemporánea y legible.
Fuente: https://www.infopack.es/