El packaging del futuro será un instrumento de comunicación con el consumidor y un elemento protector del alimento.
Como afirma Mintel en su informe Global Packagin Trends “las marcas pretenden atraer a los consumidores adaptándose a sus expectativas y ofreciéndoles una experiencia de consumo cada vez más personalizada”.
El envase alimentario es garante de la seguridad alimentaria, además de una potente herramienta de marketing. Facilita el almacenamiento y distribución de los productos.
Personalización del envase
Cada vez más, el envase habla al consumidor, lo atrae y lo convence para la compra del producto en el punto de venta. La personalización del envase es tendencia creciente y ya se pueden ver, incluso, avances como la vinculación del envase al móvil.
Envases rígidos o flexibles
Según el informe Mintel, hay una tendencia hacia los envases flexibles. Las marcas han visto en este tipo de envases una oportunidad para implementar características como la facilidad de uso y funcionalidad del envasado, tan importantes para la adaptación al consumo On-The-Go.
Este tipo de consumo incluye la demanda en aumento de comidas preparadas, alimentos congelados o precocinados. Todos ellos han de incluir un diseño de alta usabilidad, funcionalidad y comodidad. Dependiendo de cómo sea esta experiencia, el consumidor construirá la imagen de marca y ésta afectará en gran medida a la recompra. El artículo “Study reveals consumer emotional responses to protective packaging” resume un estudio que confirma como el packaging afecta a las emociones del consumidor y estas a la intención de compra.
El envase como herramienta de comunicación transparente
Los beneficios del producto deben quedar patentes y ser evidentes. Ya no basta con decir que un producto es “100% natural”, sino que el consumidor debe verlo reflejado en la información del envase (ingredientes, conservantes, beneficios funcionales, etc.). Información que debe ser expresada con total transparencia y en un lugar fácilmente localizable en el envase, incluso debe verse el producto contenido a través del propio envase.
Este punto se acentúa aún más en lo tocante al consumidor de mayor edad, que admite una “sensación de impotencia” ante los problemas para leer las etiquetas de los envases. Así lo apuntan investigadores de la Universidad de Portsmouth.
Según esta investigación, los más mayores también se sienten molestos y vulnerables ante el tamaño de los envases. Un envase de gran tamaño les dificulta el transporte y no les permite apilarlos correctamente. Ante este tipo de envases temen sufrir lesiones y consideran que les hace perder independencia. Lo que nos lleva a preguntarnos si el tamaño es o no importante. También, en envases de productos para este segmento de público, los sistemas de apertura fácil tienden a generalizarse.
En general, prima el criterio de “conveniente”, dependiendo del producto, los envases que se tipifican en esta categoría suelen englobar diversas características (apertura fácil, facilidad de preparación –horno convencional, microondas…-, recerrabilidad para consumo en el propio envase, producto más salsa en envase accesorio…).
El tamaño importa
El consumidor necesita envases capaces de cumplir las todas las tareas que se le presuponen en un amplio abanico de posibilidades en cuanto a tamaño. Mientras que, según Mintel, las familias buscan envases de mayor capacidad para la leche, los ancianos, los hogares unifamiliares y aquellos que optan por el consumo on-the-go, buscan tamaños menores y mejor adaptados a sus realidades.
Envases ecológicos y sostenibles
El respeto al medio ambiente y el compromiso de las marcas hacia este tema es positivamente valorado. Por eso, para condiciones de igualdad en precio, la sostenibilidad de los envases se convierte en un factor de compra decisivo. Para profundizar en este aspecto recomendamos la lectura del artículo “La economía circular: súmate a la próxima revolución global”.
Envase adaptado al e-commerce
Estamos en un contexto donde el supermercado está en nuestras manos y en cualquier lugar. Internet cambia la concepción del envase al convertirlo en el núcleo por el que se desarrolla la experiencia de compra. Los envases, por tanto, deben adaptarse a la totalidad de la cadena logística tanto de entrega como de recogida del producto y de almacenaje.
Envases activos
Según el informe EOI sobre tendencias en la tecnología de envasado activo, estas son cada vez más demandadas. Esta tecnología aprovecha las interacciones del envase con el producto. En él se incluyen aditivos activos que reaccionan en función de las características del producto y/o de la composición de los gases del espacio de cabeza, provocando en el envase diferentes efectos para su conservación y que se prolongan en el tiempo.
Este tipo de tecnologías de envasado posibilitan mantener las cualidades nutricionales y organolépticas de los alimentos durante más tiempo, manteniendo su calidad y alargando la vida útil. Las ventajas que conlleva son numerosas ya que reduce los niveles de desperdicio alimentario, pero también posibilitan la conquista de nuevos mercados a productos altamente perecederos. Le recomendamos la lectura del artículo “El rol de los envases en la batalla de Save Food: aliados de primer orden” para profundizar en el tema.
Envases inteligentes
Es el propio envase el que habla de la calidad del producto. Estos envases son capaces de indicar si el producto ha sufrido alguna alteración y la naturaleza de la misma, si ha sufrido alteraciones la cadena de frío o si está a la temperatura óptima de consumo.