Responsable, sustentable y útil, son características de un empaque inteligente. Pero ¿qué hay de la tecnología?
El uso de tintas conductivas y hologramas sensibles a la temperatura son un ejemplo de lo que un empaque le puede dar al producto, en función de que la interacción con el usuario sea un placer.
Actualmente el empaque busca solucionar las necesidades inherentes de contener un producto, de una forma responsable, sustentable y útil.
Desde luego todos los empaques protegen al producto, sin embargo, actualmente se empiezan a mostrar nuevos empaques que no solo cumplen esta tarea, sino también hacen más sencilla la interacción con el consumidor o buscan dar a éste una experiencia placentera, estos son los llamados: empaques inteligentes.
Las industrias en las cuales es más creciente el desarrollo de estos empaques, son el caso de la alimentaria, farmacéutica o de productos perecederos.
Los empaques inteligentes, marcando el paso de la industria
Ahora vemos empaques que cambian de color dependiendo del estado del producto, hologramas que cambian dependiendo de la humedad o temperatura, empaques que nos muestran información más detallada de los alimentos que contienen, así como fechas de caducidad, inclusive nuevos materiales que permiten auto-repararse, todo con el fin de extender la vida de producto y mejorar su calidad.
Todos estos cambios son parte de la evolución de la tecnología, nuevos materiales, y de las aplicaciones de los mismos, la industria del envase y embalaje ya no se encuentra explorando, es una tendencia que está creciendo y ganando terreno y hoy podemos ver aplicaciones reales.
Un ejemplo básico es la impresión de los empaques como tal, actualmente existen varios caminos hacia la impresión de gráficos y logotipos, desde la impresión digital, serigrafía, impresión offset, entre otras, y claro en todas la base precio-volumen y desde luego la huella de carbono que representa.
Es aquí donde las nuevas tintas pueden marcar la diferencia, conocidas como tintas conductivas, estas son los nuevos medios de comunicación que mencionábamos, imaginemos pequeños circuitos de bajo consumo de energía, que pueden comunicarse con el consumidor final, informándoles desde: información proteínica, de saludo, fechas de caducidad, de embalaje, instrucciones de uso, etcétera.
Es realmente algo que revolucionará no solo la industria, hablando de proveedores, marcas y distribuidores, si no que dará el camino para poder comunicar e interactuar de una manera sin precedentes con el consumidor, y esto es solo la tinta de la impresión.
El alcance del empaque inteligente
Podemos imaginar los alcances que se podrían tener con nuevos materiales, imaginemos una botella que cambie de color dependiendo si este fría o caliente, o que nos muestre en una etiqueta cuando está próximo a caducar el alimento, o que simplemente por logística en los centros de distribución, les muestre el stock o el número de unidades vendidas por día, pero con una mayor cantidad de información que nos da un código de barras.
Esto ya es una realidad hoy en día, cada vez se hace más frecuente el uso de los dispositivos RFID, los cuáles almacenan información muy detallada actualizándose constantemente con la unidad central.
También es importante mencionar que no solo es en términos de comunicación con el usuario, hablando de seguridad, estos pueden ayudar a la prevención de clonación de productos o su uso ilegal, hablando por ejemplo de fármacos.
No sólo meros envases
Existe un gran potencial para cada industria, donde cada marca puede empezar a utilizar empaques inteligentes, desde luego no sólo nos referimos a aquellos de alta tecnología, ya que la inversión que se requiere muchas veces es difícil de soportar y no tan necesaria para ciertos productos; pero sí hablando de empaques que estén pensados no sólo para ser un mero envase o embalaje con imágenes atractivas, sino como un objeto que facilite la interacción de los usuarios con el producto, teniendo una responsabilidad con el usuario y el medio ambiente, pensado en cada detalle, desde: la materia prima, manufactura, desperdicio de la misma, transporte, uso en punto de venta y el desecho.
El tener un empaque inteligente como mencionábamos, no quiere decir el tener un empaque altamente tecnológico, con sensores y sistemas inteligentes que nos ayuden a obtener más información, también implica el saber cuál serán los procesos por el cual se obtendrá, y como será su fin de vida; para de esta forma tener un poco más de conciencia acerca de las implicaciones que tiene el hacer una “caja”.
Perfil con vocación
El diseñador industrial tiene como reto, desde luego seguir presentando empaques atractivos y que puedan dar un valor agregado al producto, sin embargo, también debe estar atento a los diversos cambios que hay en la industria, para poder aplicar nuevos materiales y tecnologías, de una forma responsable.
Desde el diseño, dar una solución integral que sea funcional, atractiva y a su vez que comunique una solución del impacto ambiental que esta genera, dando así también un mensaje responsable al consumidor, que a la par, va evolucionando y mirando hacia productos ecológicos y sustentables.