El auge de la digitalización, junto con el incremento de las compras online, la sensibilidad por todo lo natural y los cambios de hábito del consumidor impulsaron la reinvención de los sectores packaging y distribución.
El empacar los productos es una tarea que data del siglo pasado con el claro objetivo de transportar, mantener y conservar los alimentos. Actualmente, ha dado un paso más allá y también es utilizado con fines comerciales.
Por ejemplo, las compras online y su proceso de unboxing, resumen la experiencia de compra en si misma. Por ello, el packaging debe estar a la altura de las expectativas del producto.
De acuerdo con Cideyeg Packaging, más que una tendencia verde en auge, la concienciación y respeto por el medio ambiente es ya una realidad en el día a día. Para ello, debe existir una responsabilidad de la situación y garantizar un pack que cuide el planeta y sus ecosistemas.
Cuatro puntos clave que distinguen al packaging eco-friendly
1. Packaging a base de papel y cartón
Aunque producir un packaging con un material como el plástico parece ser lo más adecuado por su alta resistencia y bajo costo, la realidad es muy distinta.
A lo largo de los años se ha ido acumulando y sobre produciendo hasta llenar los océanos e invadir los ecosistemas marítimos y forestales.
Por eso, las empresas de packaging trabajan con papel y cartón como base de su materia prima. No solo es uno de los materiales que menos impacta al medioambiente, sino que la posibilidad de ser reciclado y reutilizado es un punto que juega a favor de la marca. Además de ser más ligero, ofrece otras posibilidades y aporta un resultado final más atractivo.
2. Con material reciclable y reutilizable
Aplicar las 2R al papel y al cartón, es decir que sea reciclable y reutilizable contribuye a alargar la vida útil del packaging, participar en la economía circular, minimizar el impacto de la huella de carbono en el planeta y evitar la producción de más material.
Es decir, usar materiales reciclados para darle una segunda vida, que se pueda volver a reciclar para otros packs y/o que el mismo envase se pueda utilizar para otras finalidades.
3. Certificado por FSC y PEFC
Para tener la certeza de que la materia prima utilizada proviene de bosques gestionados de forma responsable debe contar con el respaldo de las ceretificaciones FSC y/o PEFC. Ambas certifican que para obtener el papel y el cartón utilizado en el proceso de producción del packaging no hubo una tala desmedida de árboles y que no se han malmetido los bosques ni sus ecosistemas.
4. Que siga los principios del ecodiseño
Por último, aunque no menos importante, es recomendable tener en cuenta los principios del ecodiseño a la hora de tomar decisiones en cuanto diseño. Es decir, se deben tener en cuenta los aspectos ambientales durante el proceso de ideación, producción y transporte del producto para evitar que el planeta pague por nuestras acciones.
Finalmente, potenciar esta nueva metodología es el primer paso para romper con lo convencional de usar y tirar.
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