España.- Como parte de sus acciones para evitar el desperdicio alimentario, la cadena de distribución Lidl lanza la bolsa anti-desperdicio. Se trata de un paquete que contiene frutas y verduras que, aunque no cumplen con los estándares estéticos, siguen siendo aptas para su consumo. O forman parte de envases que han sufrido algún tipo de desperfecto sin dañar la calidad del producto.
Reducir el desperdicio alimentario es una de las prioridades en materia de sostenibilidad de la compañía, quien, apuesta firmemente por la prevención, planificando y gestionando de forma eficiente su surtido para minimizar al máximo el stock de productos sobrantes.
El lanzamiento de la bolsa anti-desperdicio es una medida más que pretende incentivar la compra de frutas y verduras todavía aptas para su consumo. Tras el éxito de Canarias estoy convencida de que nuestros clientes del resto del país también acogerán esta iniciativa de forma muy positiva, indica Michaela Reischl, directora de RSC de Lidl España.
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Bolsa que promueve la sustentabilidad
Además del lanzamiento de la bolsa antidesperdicio, que tiene un costo de tres euros, la compañía ha testeado otras acciones para continuar reduciendo el desperdicio de alimentos. En concreto las nuevas iniciativas son:
- Venta de panes del día anterior. La cadena implementa de manera progresiva la posibilidad de ofrecer panes del día anterior con un 50% de descuento. Entre sus artículos se encuentra el pan campeón del mundo, pan de centeno 67%, barra de pueblo u hogazas con frutos secos.
- Segundo descuento (50%) en el último día de caducidad. La cadena aplicaba un descuento del 30% en artículos frescos como la carne, el pescado, yogures, quesos o ensaladas para dar salida al producto que se encuentra próximo a su fecha de caducidad o consumo preferente. Ahora aplicará un 20% de descuento adicional en el último día de su expiración.
- Descuento del 30% en su surtido de congelado y seco. Otra medida es aplicar una rebaja del 30% a los productos que hasta el momento no tenían ningún tipo de descuento cuando se encontraban próximos a su fecha de caducidad o consumo preferente. Se trata de familias del surtido seco como pueden ser las galletas, pastas o artículos de conserva y congelados.
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