México. Como una de las novedades de la industria alimentaria en México y para celebrar las tradiciones del Día de Muertos, el Comedor Lucerna presentó su edición especial de pan de muerto con crema batida sabor Baileys.
Esta pieza de indulgencia combina la suavidad de la crema batida con el inconfundible sabor del licor irlandés.
Para acompañar el pan edición especial también lanzaron la malteada de Baileys Tiramisú, elaborada con Baileys Tiramisú, helado de vainilla y chocolate.
El pan de muerto es un alimento esencial y característico de esta temporada de Día de Muertos y distintivo por su sabor a anís y naranja.
Raíces del pan de muerto
Alberto Peralta de Legarreta, de la Facultad de Turismo y Gastronomía de la Universidad Anáhuac, explica que rastrear las raíces exactas del pan de muerto en México es complejo, ya que las fuentes históricas no son concluyentes sobre sus orígenes.
Subraya que a lo largo de la historia se ha vinculado el origen del pan con tradiciones prehispánicas, pero, a pesar de la riqueza cultural que rodea al Día de Muertos, no existen pruebas suficientes que confirmen su existencia antes de la llegada de los europeos.
Lo que sí está claro es que, durante la época novohispana, ya existían altares dedicados a los fieles difuntos, una costumbre que fue evolucionando a lo largo de los siglos y que, con el tiempo, dio origen a la tradición del pan de muerto, tal como lo conocemos hoy.
Aunque las primeras menciones del pan de muerto como tal, subrayó, aparecen hasta el siglo XIX.
“Desde entonces comenzó la elaboración de diversos panes, cuya masa moldeada simulaba algunas veces la silueta humana y otras más la forma de animales, bollos, rosquetes, trenzas, calaveras o cruces”, expuso.
Menciona que la variedad de panes relacionados con la celebración de los muertos es, incluso, interminable, pues van desde “animitas”, “golletes”, “cocodrilos”, “tlacotonales”, “despeinadas”, “hojaldras”, “coronas”, “pata de mula”, “pelucas”, “pan bordado”, “roscones” o “alamares”.
Algo en común entre la mayoría de las opciones es que están cubiertos de ajonjolí, gragea o azúcar colorido y aromatizados con agua de azahar, mantequilla, cítricos o anís.
“El moderno pan de muertos, ya considerado tradicional, aunque al parecer no es tan antiguo, tiene forma semiesférica y una superficie azucarada cruzada por “huesos” dispuestos radialmente”, describe.
Muchas posibilidades
Hoy, la industria panificadora destaca por la innovación y creatividad en la elaboración de pan de Día de muertos.
Ejemplo es la edición especial de pan de muerto hecha con crema batida sabor Baileys, pues los creadores combinaron con los típicos sabores de la temporada.
La crema irlandesa Baileys, fabricada por Diageo, forma parte en esta temporada de los ingredientes “estrella” para crear una edición especial de pan de muerto.
Esta bebida se caracteriza por sus notas de vainilla, chocolate, caramelo y un toque sutil de alcohol, por lo que se coloca entre las opciones para muchas recetas de postres y cócteles por su versatilidad.
En el 2023, las ventas de esta bebida espirituosa alcanzaron un volumen de 8.2 millones de cajas de 9 litros en todo el mundo, según datos de Statista.
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