Actualmente existen muchas razones por las cuales los bebedores de café optan por consumir miniporciones de café en cápsulas de aluminio a diario, entre las cuales se encuentra la comodidad, la pereza, la falta de tiempo o la ilusión de que el café sale rico, es barato y no contamina al medio ambiente.
¡Qué cómodo resulta levantarse, meter una capsulita en la máquina y tener el café listo en cuestión de segundos!
Hoy existen hasta cafeteras de goteo muy asequibles con temporizador para que no tengamos que madrugar mucho y nuestro café esté listo al despertarnos. Asimismo, hay cafeteras superautomáticas que se pueden controlar por app y configurar desde la comodidad de la casa.
¿Consumir café de cápsulas es más barato que ir a una cafetería?
Lo principal es que el paladar esté contento. Sin embargo, es importante decir que el café molido que se pone dentro de las cápsulas a veces no se sabe de dónde viene ni en qué condiciones se produce.
Por ello, para considerar un café de calidad se requiere de mucha transparencia. En esta línea, los datos que vienen en el paquete o en la web de cualquier café en grano de calidad son:
- Fabricante/tostador
- Tipo de grano de café
- Variedad
- País de origen
- Lugar de origen
- Procesamiento
- Ruta comercial
- Perfil de tueste
- Recomendación sobre el método de preparación
- Fecha de tueste
- Precio por paquete y precio proporcional por kilo
Como sucede como las impresoras, vender cafeteras de cápsulas no es lo que enriquece a los fabricantes, sino lo que impulsa a los compradores a tener que comprar cápsulas continuamente. Y las cápsulas se venden a aproximadamente cinco veces el precio normal del café.
El café en grano de calidad que proviene de una cadena de suministro justa y transparente ronda los 30-40 €/kilo. Las cápsulas no contaminan tanto, el resto de métodos de preparación tampoco son tan inocuos para el medio ambiente.
Con la segunda parte de la afirmación anterior estoy de acuerdo. Debemos tener en cuenta que el café es un producto de lujo.
El consumo de café mira hacia la sustentabilidad
Si se opta por otros métodos de preparación de café, en la actualidad todavía se utiliza aluminio. Por ejemplo, en una bolsa de aluminio habitual para un paquete de café de 500 gramos hay unos 15 gramos de aluminio.
De ahí que muchos tostadores que se preocupan por la sostenibilidad y se esmeran por ofrecer un café de calidad distribuyen su café en grano recién tostado en bolsas libres de aluminio.
No obstante, aunque fueran de aluminio:
- Un paquete entero de café en grano no se acaba en un día. Si tardas en acabarte tu bolsa de aluminio alrededor de 50 días, la montaña de residuos de aluminio ascendería a 109,5 gramos/año.
- Una cápsula de café se compone de un gramo de aluminio (cantidad orientativa). Si tomas dos cápsulas de café por día los siete días a la semana, eso hace un total de residuos de 14 gramos/semana y 728 gramos/año.
En ese sentido, muchas de las empresas que fabrican cafeteras están poniendo en marcha iniciativas para tratar de reducir el daño que generan tanto el proceso de producción como el exceso de residuos.
En ese mismo camino, es esencial cambiar nuestra actitud y darnos cuenta de que el café no es un derecho básico, sino un producto de lujo que no se debe consumir de forma masiva, sino con mucha consciencia.
La pandemia llegó a redefinir la manera en la que consumimos ciertos productos, por lo que las empresas deberán adaptarse a las nuevas necesidades, pero la población también debe ser responsable en su consumo.
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