¿Dónde comienza o se origina el desperdicio de alimento? Las respuestas pueden diferir dependiendo de a quién se le pregunte, pero habrá circunstancias comunes en cada una de ellas.
Si bien no encontraremos el hilo negro de este terrible problema, sí es posible determinar cuáles son esas circunstancias y cómo podemos reducir el desperdicio a partir de acciones sencillas que pueden tomarse tanto en niveles micro y macro dentro de la industria de alimentos y bebidas.
- De acuerdo con datos del Banco Mundial, 37% de lo que se produce en México termina en la basura.
La mayor parte de ese porcentaje se da en el proceso de producción de alimentos, pero el desperdicio ocurre a lo largo de toda la cadena de valor.
- Las cifras más recientes indican que el desperdicio de alimento creció de 20.4 a 23.7 millones de toneladas entre 2019 y 2020, pero… ¿cómo y por qué ocurre?
La principal causa es que los alimentos no son almacenados o conservados de la manera adecuada:
- Ya sea por falta de elementos técnicos
- Debido a la falta de higiene y desinfección
- Debido a la falta de inocuidad en los propios alimentos.
Una causa aún peor es que muchos de los alimentos se desechan aún cuando están en buen estado".
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Factores técnicos para controlar el desperdicio de alimentos
Al hablar de elementos técnicos nos referimos a:
- La cadena de frío
- Al transporte
- a almacenamiento
Todos ellos, al ser deficientes propician la descomposición en un menor tiempo de alimentos como frutas, verduras, carnes o mariscos; sin embargo, no son los únicos elementos ni tipos de comida que lamentablemente terminan en la basura.
Este es un tema sensible, ya que las consecuencias no radican únicamente en el hecho de que los diversos productos alimenticios terminen en vertederos.
- No olvidemos que, para producirlos se requirió de agua, nutrientes y una serie de recursos que tristemente ya no son tan abundantes, además de que la agricultura y la ganadería son las industrias que mayor cantidad de CO2 emiten a la atmósfera.
Es decir, tenemos un serio problema debido a que los nutrientes y elementos orgánicos no son consumidos, pero tampoco regresan a la tierra para servir como abono en nuevos alimentos y tampoco fomentan al desarrollo de insectos, roedores o varios tipos de plagas que a su vez son transmisores de enfermedades que afectan severamente al ser humano y al entorno.
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Posibles soluciones al desperdicio de alimentos
Existen distintas y variadas soluciones a esta problemática, pero se requiere de la identificación de sus causas raíz:
- Quizá la primera de ellas es que no se debe adquirir más comida de la que se va o se puede consumir, pues al existir demanda de alimentos, el sector buscará satisfacer dicha demanda sin importar si lo producido se consume o termina como comida para roedores en un vertedero.
- Es necesario garantizar que los métodos de almacenamiento y refrigeración sean óptimos y cuenten con todos los protocolos, medidas necesarias y capacidades operativas; de lo contrario, los alimentos no llegarán ni siquiera a los aparadores y terminarán en la basura o como fuente de contaminación o infecciones.
Otro aspecto que resulta efectivo como solución es mantener la desinfección, limpieza e higiene a lo largo de las cadenas de cadena de producción y suministro:
- Durante el transporte
- El almacenamiento
- Y exhibición de los alimentos
Si bien ya mencionamos que mantener temperaturas de refrigeración adecuadas es determinante, también deben observarse medidas de limpieza higiene y desinfección en los refrigeradores o cámaras de frío, además de los sitios y superficies donde se preparen, separen, fraccionen, almacenen o exhiban alimentos.
Seamos más específicos y ejemplifiquemos:
- En un supermercado, las carnes son conservadas en cámaras de frío a temperaturas específicas para posteriormente pasar a donde se cortan y/o empaquetan para su venta al menudeo.
- Utilizar jabones y desinfectantes adecuados para cada uno de estos lugares y las superficies con las que cuentan puede significar la diferencia entre una carne inocua y otra que no lo es.
Existen soluciones que están particularmente diseñadas y formuladas para cada tipo de sitio y para los tipos de alimentos que se manejan en ellos:
- Vegetales
- Animales
- Productos de origen vacuno
- Porcinos
- Bovinos
- Aves
- Mariscos
Es necesario evaluar si se trata de un lugar de almacenamiento, si las superficies son metálicas o cerámicas, incluso el clima que predomina en el lugar donde se encuentran las instalaciones o el tipo de riesgos a los que están expuestos.
¿Qué ocurre del lado del consumidor?
Desde esta perspectiva, es más seguro adquirir alimentos para consumo posterior y no esperar demasiado para hacerlo.
En el ámbito doméstico, es fundamental seguir medidas de limpieza y desinfección que eviten la rápida descomposición.
También es conveniente tener en mente la cantidad adecuada de alimentos según nuestros hábitos alimenticios, la cantidad de personas en nuestra familia y los anaqueles o alacenas donde se guarda la comida, así como los recipientes donde la ponemos y la forma en la que lavamos y desinfectamos dichos recipientes.
Reducir el desperdicio implica varios pasos y esfuerzos, pero la higiene y la desinfección siempre serán el primero y el más importante de ellos".
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