Los cereales son uno de los alimentos básicos dentro de la alimentación y entre ellos, el trigo es el que más se cultiva en el mundo. Sin embargo, para algunas personas que han desarrollado trastornos desencadenados por su ingesta, su consumo y el de otros cereales se ha convertido en un peligro para la salud. Así ocurre con los enfermos de celiaquía, que deben recurrir a una alimentación sin gluten para disminuir sus malestares.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) apunta que la celiaquía es una enfermedad crónica, por lo que no puede curarse totalmente, pero es controlable. De no identificarla y/o tratarla, llega a desencadenar trastornos como:
- Dificultad para absorber nutrientes de los alimentos, lo que se transforma en desnutrición
- Diarreas
- Dolores abdominales
- Vómito
- Pérdida de peso, entre otros
La enfermedad celiaca es un trastorno autoinmune que afecta directamente la mucosa del intestino delgado en personas genéticamente susceptibles. 1 de cada 100 personas la padecen y es provocada por una intolerancia hacia algunas proteínas de cereales como:
- Trigo
- Avena
- Cebada
- Centeno
Seguro te interesa: Productos “sin TACC”: aumenta la oferta ante la demanda
¿La alimentación sin gluten garantiza una mejor salud?
A partir de los casos de celiaquía, se ha difundido la creencia de que una alimentación sin gluten es más sana. Incluso, personas que no sufren este padecimiento han adoptado este régimen alimenticio por considerarlo una mejor opción para su salud; sin embargo, los estudios dicen lo contrario.
En muestreos realizados a adultos y niños que siguen una alimentación sin gluten se detectaron problemas nutricionales entre el 20 y 38% de los participantes. Algunos de los mayores inconvenientes que se encontraron fueron:
- Deficiencia de vitaminas y minerales.
- Desequilibrio en proteínas, grasas y fibra dietética.
Por ello, los especialistas han concluido que una dieta libre de gluten no puede considerarse como la opción más sana para todo tipo de personas, ya que además de las deficiencias mencionadas, existe una relación entre la alimentación sin gluten y el sobrepeso.
Específicamente, los pacientes celiacos estudiados presentaron exceso de sobrepeso en el 32.5% de los casos y otro 5% adicional se reportó con obesidad".
Lo anterior se deriva de una falta de equilibrio entre la ingesta de productos sin gluten y otro tipo de alimentos. Asimismo, llama la atención el bajo consumo de frutas y verduras entre quienes suelen adoptar una dieta de este tipo.
Continúa leyendo: Almidón de trigo sin gluten podría contrarrestar los efectos de la enfermedad celíaca
La moda anti gluten y sus riesgos para la vida diaria
Consumir alimentos sin gluten por simple gusto o debido a la idea de que son mejores que los tradicionales con gluten puede mermar la nutrición de las personas; a pesar de ello, existe una fuerte tendencia que incentiva su consumo a nivel mundial.
La producción de quinoa se ha beneficiado de esta moda, ya que gracias a su alto valor nutricional es considerada por la FAO como uno de los alimentos de mayor futuro a nivel mundial entre personas con celiaquía, veganos y vegetarianos.
Sin embargo, el notorio desequilibrio alimenticio que suele elegirse al migrar hacia una alimentación sin gluten es consecuencia de elecciones deliberadas sin asesoría nutricional. Esto limita el consumo de alimentos que podrían contribuir a suplir deficiencias, así como evitar excesos.
En resumen, no es nocivo el consumo de alimentos sin gluten, pero su ingesta excesiva sí lo es, sobre todo cuando no se incluyen frutas y verduras como parte fundamental de una dieta, o peor aún, se eliminan por completo para sustituirse con alimentos sin gluten.
No dejes de ver: 5 de mayo, Día Internacional del Celíaco