A través de los años se ha comentado que la inocuidad no es una ventaja competitiva. Esto es solo un mito. No siempre lo lógico es una realidad ya que es lo mínimo que se espera y en adición es un mandato de ley.
Esto sería cierto si viviéramos en un mundo ideal o perfecto. Nuestro mundo no es idea ni muchos menos perfecto, se cometen muchos errores en su mayoría por descuidos, desconocimiento o por falta de escrúpulos.
Podemos estar de acuerdo en que los consumidores esperan que sus productos sean inocuos y de calidad y que algunas empresas hacen lo mejor que pueden con su sistema de gestión de calidad e inocuidad.
Hacer lo mejor que puedan no siempre es suficiente, especialmente cuando se trata de la salud los consumidores.
Regulación de la inocuidad alimentaria
A pesar de todos los esfuerzos que realizan las diferentes agencias reguladoras y/o las agencias privadas como la Iniciativa Global de Inocuidad Alimentaria (GFSI, por sus siglas en inglés) estos no parecen ser suficiente.
Todos los años se recogen miles de toneladas de alimentos por diferentes violaciones y las diferentes agencias emiten miles de observaciones relacionadas con los sistemas de calidad e inocuidad.
Entre estas las más comunes se encuentran:
- Control de plagas: Instalaciones no cuentan con los procedimientos adecuados de control de plagas y/o no aplican adecuadamente los pesticidas para proteger contra la contaminación de los alimentos.
- Operaciones sanitarias: Instalaciones no se mantienen en condiciones limpias, sanitarias o reparadas adecuadamente.
- Controles de manufactura: Instalaciones no realizan operaciones en entornos controlado que evitarían ciertos riesgos para la salud pública. Esto incluye el crecimiento potencial de microorganismos, el contacto cruzado con alérgenos, la contaminación y el deterioro de los alimentos.
- Prácticas de personal: Instalaciones no toman medidas que garanticen que el personal manipulara los alimentos de manera segura. La más elemental, lavado y desinfección de manos.
- Monitoreo de saneamiento: Instalaciones no monitorean las condiciones y prácticas sanitarias con la frecuencia suficiente para asegurar el cumplimiento de las Buenas Prácticas de Manufactura Actuales.
Estas situaciones podrían dar la impresión de que para muchas empresas la parte económica es mucho mas importante que la seguridad de sus clientes.
Competitividad en la industria alimentaria
A través de los siglos la humanidad ha experimentado altos niveles de competitividad en todas las áreas y disciplinas, los mercados no son la excepción. En los mercados se presenta significativamente en la dinámica de producción y procesamiento.
Esta competitividad causa que las empresas se transformen y adopten estrategias y mecanismos de fortalecimiento en sus procesos para obtener acceso a otros mercados y cumplir con las diferentes reglamentaciones.
La competitividad en los negocios es la competencia entre varias empresas que venden productos o servicios similares. Diferentes empresas intentan satisfacer las mismas necesidades de los consumidores con su versión de un producto y cuando tienen éxito obtienen más ingresos a medida que las personas eligen comprar su oferta.
Los entornos comerciales competitivos exigen que cada empresa intente abordar las preocupaciones de los consumidores, como inocuidad, la calidad del producto, el precio y la funcionalidad. Estas presiones generalmente dan como resultado que las empresas produzcan productos innovadores, precios más bajos, saludables y en especial inocuos.
Mantener la inocuidad, una constate en la industria alimentaria
Durante el trayecto de la granja a la manufactura, almacenaje y distribución a la mesa de los consumidores, los productos alimenticios pueden enfrentar una serie de retos y peligros para la salud.
Por ende, es importante que se implementen prácticas y procedimientos seguros para la manipulación de estos en cada etapa de su ciclo de vida de producción para frenar los posibles riesgos y evitar daños a la salud de los consumidores.
Mientras más eficiente y seguros sean estos mecanismos más aceptación tendrán en el mercado tanto local como internacional.
La tecnología es clave para la competitivas de las empresas alimentarias
Para mantener esta competitividad, las empresas han tenido que estar constantemente innovando y adoptando nuevas tecnologías y reglamentaciones.
En los últimos años, especialmente después de la pandemia del COVID-19, la cual fue declarada emergencia de salud pública en enero 30 de 2020, el papel de la tecnología en la industria de alimentos y bebidas ha dado un giro aún más importante. Ya que la misma se ha vuelto cada vez más competitiva, segura para el consumidor y globalizada.
Una de las tendencias más importantes en el sector de alimentos y bebidas es la creciente demanda de productos sanos y ecológicos. Los consumidores se preocupan cada vez más por su salud y exigen opciones más sanas.
Por ello, las empresas de alimentación y bebidas se ven obligadas a invertir en personal especializado y nueva tecnología para desarrollar productos inocuos.
Otra tendencia importante en la industria de alimentación y bebidas es la creciente demanda de productos cómodos y fáciles de usar. El estilo de vida de los consumidores es cada vez más ajetreado, lo que les deja menos tiempo para cocinar y preparar las comidas.
Como consecuencia, crece la demanda de alimentos prácticos que puedan prepararse rápidamente y consumirse sobre la marcha. Para satisfacer esta demanda, las empresas de alimentación y bebidas recurren a nuevas tecnologías como la impresión 3D y la robótica.
La impresión 3D se utiliza para crear platos de una sola ración que pueden recalentarse rápidamente. La robótica se utiliza para automatizar tareas de preparación de alimentos como cortar verduras o montar sándwiches. Estas tecnologías permiten producir alimentos prácticos que pueden consumirse rápidamente sin sacrificar la calidad, inocuidad y la nutrición.
Alimentos inocuos y seguros, la demanda del consumidor
La industria alimentaria es un segmento de la economía que siempre será demandado por el consumidor, ya que estos bienes se clasifican como esenciales. Por tanto, la competencia en este segmento siempre ha sido y será muy alta.
Las empresas que fabrican productos alimenticios tienen muchos factores externos que pueden afectar su posición competitiva en el mercado. Además de una gran cantidad de empresas en este mercado, entre otras cosas, la calidad y la seguridad de los productos fabricados juegan un papel importante.
Es importante señalar que el consumidor, que tiene un voto decisivo para determinar el líder del mercado, presta atención a la calidad y seguridad del producto.
Desde el punto de vista del vendedor, se vuelve obvio que los productos de alta calidad que son seguros para el consumo humano tienen que cumplir con todas las especificaciones que le aplique y mucho mas.
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La inocuidad contribuye a la competitividad en las organizaciones
Aquella industria que tenga una trayectoria de calidad e inocuidad intachable tendrá siempre la ventaja sobre aquellas que han tenido varios incidentes ya sean por descuido o cualquier otra razón.
El sector de la alimentación y las bebidas está en constante cambio, y las empresas deben adaptarse continuamente para seguir siendo competitivas. Prestando atención a las nuevas tecnologías, las empresas pueden adelantarse a la competencia y seguir creciendo.
No podemos cambiar nuestro presente y volver al pasado, hemos dañado drásticamente nuestro planeta, pero si podemos diseñar alimentos más sanos e inocuos los cuales aumentara la ventaja de unas empresas sobre la otra y a la vez protege a los consumidores y al planeta.