El café mexicano es un importante motor de desarrollo para el sector agrícola del país. Desde su llegada a México a finales del siglo XVIII (1), su cultivo se ha expandido por diversas regiones del país, principalmente a Veracruz, Chiapas, Oaxaca y Puebla. Entidades que, en los últimos 10 años, han concentrado el 90% de su producción (2) y que destacan por su compromiso con prácticas sostenibles y de comercio justo.
Y es que, gracias a la diversidad geográfica de México, que ofrece condiciones ideales para el cultivo, es posible producir diferentes variedades de este grano, teniendo hasta 2023, 698 mil 36 hectáreas para su producción (3).
Además de ser uno de los principales productos de exportación del país, y uno de los más consumidos por la población mundial, la producción del café también tiene un impacto significativo en las comunidades locales de México, ya que su cultivo es el principal sustento para agricultores y sus familias, incluyendo a hombres, mujeres y comunidades indígenas.
Por si fuera poco, su producción emplea a más de 500 mil productores de 480 municipios en 15 entidades federativas (4).
El café y los efectos del cambio climático
En este sentido, es crucial reconocer y apoyar el arduo trabajo que llevan a cabo los productores de café en México. Son ellos quienes se enfrentan a múltiples desafíos, desde los efectos del cambio climático hasta la volatilidad de los precios en el mercado internacional.
También encaran otros obstáculos internos, como la falta de acceso a recursos y tecnología adecuada, o la limitada capacitación en prácticas agrícolas sostenibles.
Por esa razón, existen empresas que cuentan con agrónomos expertos que acompañan a los productores, ofreciéndoles herramientas digitales que les permiten optimizar sus recursos y transferir sus conocimientos a generaciones más jóvenes.
Al reconocer su valioso trabajo y proporcionarles el apoyo necesario, no solo se fortalece el sector cafetalero, sino que también se contribuye al bienestar de las comunidades rurales dedicadas al cultivo de este grano y se promueve un desarrollo más equitativo y sostenible en el país.
Prácticas sostenibles
Las empresas enfocadas al sector agro, tienen entre sus prioridades apoyar a todos los participantes del mismo rubro para mantener la riqueza y nutrición de los suelos, procurando así, el mantenimiento de cultivos con la más alta calidad.
Además, este tipo de acciones contribuyen a la seguridad alimentaria de los consumidores en el mercado nacional e internacional y, de esta manera, se cultiva un futuro alimentario positivo para la naturaleza.
Todo esto es posible a través de diversas iniciativas como certámenes especializados en café, donde se invita a participar a caficultores para reconocer y premiar a los productores de café en México por sus buenas prácticas. Así, se les proporciona un espacio donde pueden compartir con otros productores y consumidores aspectos útiles, tanto del proceso de cultivo como del producto final.
Además, es importante reconocer que, tanto la iniciativa privada como los miembros activos de este sector tienen el compromiso de aplicar prácticas sostenibles que respeten el medio ambiente y promuevan la conservación de los recursos naturales en su cosecha. Eso implica el uso responsable de:
- insumos agrícolas
- implementación de técnicas de cultivo que reduzcan el impacto ambiental
- fomento de la biodiversidad en las áreas de producción
De esta manera, no solo se busca el beneficio económico a corto plazo, sino también la preservación de los ecosistemas para las generaciones futuras.
Impulsar la tecnología en la producción de café
Otra estrategia clave es la capacitación y asesoría constante a los productores, brindándoles herramientas para mejorar la eficiencia de sus operaciones, adoptar tecnologías innovadoras y cumplir con estándares de calidad internacionales.
Esta colaboración estrecha entre empresas y agricultores fortalece el sector agroalimentario en su conjunto, promoviendo una cadena de valor más sólida, al mismo tiempo, que se garantizan productos de excelencia que satisfagan las demandas tanto locales como globales.
Al integrar la capacitación en prácticas agrícolas sustentables con el acceso a tecnologías innovadoras, se crea un entorno propicio para la creación e implementación de modelos de negocio más resilientes frente a los desafíos del mercado y del entorno climático.
En conclusión, cada taza de café mexicano lleva detrás años de tradición y conocimiento y, más que una bebida, es un símbolo de la biodiversidad y riqueza de México. Así como un testimonio del arduo trabajo y la pasión de los agricultores que lo cultivan.
Referencias bibliográficas:
- Gobierno de México. Historia del café y su cultivo, recuperado el 15 de febrero de 2024.
- SIAP (2022) Durante más de mil años, el café nos ha iluminado, recuperado el 14 de febrero de 2024.
- SIAP (2023) Escenario mensual de productos agroalimentarios, recuperado el 26 de febrero de 2024.
- Secretaría de agricultura y desarrollo rural (2022) Cultivo de Café en México, recuperado el 14 de febrero de 2024.